¿Por qué no votaré por Keikoimera?
No votaré por Keikoimera porque, con ella, la banda presidencial no será blanca y roja, sino una banda de ladrones.
No votaré por Keikoimera porque, después de cada sesión del Gabinete, todos sus ministros saldrán ministros sin cartera.
No votaré por Keikoimera porque convertiría el Palacio de Gobierno en la cueva de Alí papá.
No votaré por Keikoimera porque no respetará el protocolo: andará siempre en sayonaras para robar mejor a cuatro manos.
No votaré por Keikoimera porque es una señora muy desubicada: ella no sabe que aún está del lado equivocado de las rejas.
No votaré por Keikoimera porque no obedece los refranes. Un refrán afirma que el crimen no paga, pero la familia Fujicoima demuestra que el crimen cobra.
No votaré por Keikoimera ya que pronto pasará de sentenciosa a sentenciada.
No votaré por Keikoimera porque la única empresa pública que dejará será COIMA S. A.
No votaré por Keikoimera porque, cuando suelte al delincuente común de su padre y a todos sus cómplices, el lugar más seguro del Perú será una cárcel.
No votaré por Keikoimera porque la fujimafia ha demostrado que el Gobierno es una experiencia verdaderamente enriquecedora.
No votaré por Keikoimera porque el millón de dólares que nos costaron sus “estudios” han probado que esa tía nunca aprende.
No votaré por Keikoimera porque intenta robarnos el corazón para dedicarse también al tráfico de órganos.
No votaré por Keikoimera porque con la res-pública hará una sopa de choros.
No votaré por Keikoimera porque a Hernando “de” Soto le robará su falsa preposición para devolverlo a su nombre de nacimiento: “Hernando Soto”.
No votaré por Keikoimera porque, si fuese presidente, también huiría al Japón por el otro sendero.
No votaré por Keikoimera porque este nombre ya es un programa de gobierno.
Víctor Hurtado Oviedo
Colaborador
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