PEDAGOGÍA PARA LA TRANSFORMACIÓN. Parte X
-Crisis de la educación: causas y soluciones-
Por Carlos Villacorta Valles
odesi12@yahoo.es
3.3. Transformar las instituciones educativas, de
intelectualistas, en centros de enlace entre teoría y práctica y, desarrollar
el carácter científico de la enseñanza y el aprendizaje
El problema
fundamental de la educación es el conocimiento. Educación y conocimiento son un
proceso único y unitario. Se conoce y se educa, se educa y se conoce; pero,
para que haya efectividad educacional, el que aprende debe saber utilizar sus
conocimientos y llevarlos a la práctica, es decir aplicarlos. No basta saber lo
que es bueno, sino y ante todo, nos
debemos volver buenos.
Paradójicamente somos científicos en
nuestros razonamientos, pero medievales, feudales, escolásticos y clericales en
la práctica. Buscar la coherencia entre nuestra teoría y nuestra práctica, debe
ser la tarea prioritaria de las instituciones educativas y sobre todo en las
universidades que cada vez investigan menos.
Hasta estos momentos sólo es teoría, le
falta la práctica. Y, si esto es así, sólo enseñamos juegos artificiales que
brillan en el aire con multitud de colores y al llegar a tierra se diluyen. Lo
teórico y lo práctico deben estar sólidamente unidos. Si es sólo práctico, no
tenemos norte ni un camino trazado, entonces caminamos a ciegas. La valiosa
unidad de teoría y práctica es la verdad, y la realidad del proceso de
enseñanza y aprendizaje es la educación desenvolviendo la verdad y la realidad.
La unión de teoría y práctica es un
principio didáctico fundamental. Teoría que no haya sido comprobada por la
práctica no tiene valor cognitivo. Entonces la práctica es fuente fundamental
de la teoría: Práctica-teoría, nuevamente práctica y otra vez teoría;
práctica-teoría-teoría-práctica; eh ahí el ciclo vital fundamental del
conocimiento, siempre produciéndose en niveles superiores. Siempre la
contradicción del conocer y el no conocer, el de practicar y conceptuar. De ahí
que es importante que el maestro ponga a sus alumnos en forma permanente en
contradicción de lo que sabe con situaciones donde tiene que aplicarlos, y, si
son situaciones donde le sea difícil aplicarlos, de acuerdo al contexto donde
vive y la realidad del país, mucho mejor; de tal forma que luche y descubra la
aplicación de lo que conoce en situaciones nuevas y de esa práctica extraiga
ideas nuevas, conceptos nuevos, después de haber reflejado profundamente esa
realidad en su conciencia. Validamos entonces que la práctica es el inicio y el
fin del conocimiento. Enseñar así es aproximarnos profundamente a la verdad, al
conocimiento científico, al pensamiento científico.
En el devenir, sólo el conocimiento
científico, el pensamiento científico son factores de desarrollo y transformación,
porque son validados por la práctica.
Si la educación se ajusta a las leyes de
la ciencia, y, sobre todo a nuestra realidad, entonces es fructífera, de lo
contrario se da en el aire, es anticientífica.
La regla fundamental entonces para
desarrollar una enseñanza y aprendizaje científico es que: Lo cognitivo no debe
estar en contra de la ciencia. Significa esto que, al estudiante se le debe
mostrar siempre en forma real y objetiva la realidad. Desde educación inicial
debe mostrarse las cosas tal como son. Pero ¿la fantasía?… ¡Cuidado! Una cosa
es tener fantasía que es el grado superior de la imaginación para crear y
producir y otra muy diferente es sugerirles cuestiones irracionales, por el
supuesto de que son “chiquititos” como eso de que: “Los juguetes los trae Papá Noel”, “el duende te va a llevar”, etc. Que son la degradación de la imaginación
y su correspondiente anulación científica.
Un buen ejemplo de enseñanza y
aprendizaje científica sería lo siguiente: Generalmente se enseña los números
en la pizarra o en el papelote, entonces se conjugan momentos para que el niño
los aprenda de memoria. Pero, qué pasa si se les muestra y se utiliza objetos
visibles, tangibles y que se relacionan con la cantidad que se desea enseñar. Ello es una representación
científica de que el número existe como símbolo porque existe la cantidad de
objetos en el mundo real. La interiorización es mucho más profunda. La fantasía
del símbolo numérico se vuelve real. Aprovechamos su fantasía, su imaginación
para hacer ciencia. Es lo que se llama, tratar correctamente la fantasía.
Es fundamental no temer a la verdad, la
verdad es científica. Si buscamos enseñar siempre la realidad o en base a la
realidad, estamos liberando a la verdad que todavía nos duele porque estamos
generalmente en contra de ella sin darnos cuenta.
El peor error de los gobernantes de un
país, es seguir planteando los cambios educativos de acuerdo a los cambios
mundiales. Su visión, fines y objetivos por tanto no le van a corresponder, los
cuales nacen precisamente después de un exhaustivo análisis y síntesis del
respectivo país o sociedad que queremos cambiar. Porque, pretender cambiar
nuestro país pensando en otro es absurdo. Incluso comprobamos que, lo que en
nuestro país es novedad o presente en los “desarrollados” ya es pasado.
Los cambios mundiales son referentes para
el cambio pero no determinan. Son nuestros problemas y necesidades que deben
proponernos las propuestas de cambiar. Eso es darle un carácter científico a
nuestro sistema educativo. “Renovar” leyes y normas educativas con los clichés
de los cambios mundiales no significa absolutamente nada. Sólo más alienación.
Las leyes, normas y decretos no resuelven nada por sí solas.
3.4. Transformar este mundo artificial de valores en
experiencias prácticas liberadoras
“Sembremos valores”
es la respuesta a la “crisis de valores” que se habla en demasía actualmente en
nuestro país. Pero ¿Qué son en realidad los valores? No parece existir una
respuesta concreta. La más cercana podría ser que, son nuestras creencias,
comportamientos, principios y cualidades traducidas a la práctica por una
conducta moral-ética, producto del razonamiento del bien y el mal que nos
brinda la realidad.
Si esto es así, los valores forman parte
de la ideología y, como tal forman parte de la superestructura social que
tienen como base la estructura que es lo económico y, por tanto también
pertenecen a la política. Quiere decir que los valores son un problema
ideológico y político, que responden a un modo de ser de la sociedad en un
momento histórico concreto determinado y, como consecuencia, los valores son
manejados también por los que controlan el poder económico. La TV es el
principal instrumento.
Por ejemplo, los valores de la sociedad
tawantinsuyana, fueron de trabajo comunitario, de ayuda mutua y solidaridad. La
clase dominante inca no mataba de hambre a su pueblo, menos a sus niños y
ancianos. Siempre recibían de acuerdo a sus necesidades y quien sabe de acuerdo
a su capacidad. Es decir la vida humana en el Tawantinsuyo tenía un sentido de
protección, seguridad y preservación.
La invasión genocida de los españoles,
fracturó estas expresiones valorativas genuinas, imponiendo nuevas formas de
vida y valores extraños al Tawantinsuyo como: La ambición, el individualismo,
el egoísmo, la irrespetuosidad, la deslealtad, el desprecio a la vida humana,
las injusticias, la desigualdad, la exclusión, la malicia y la curiosidad
morbosa; dando inicio a la crisis de valores y sobre todo al incumplimiento de
los valores por parte de la casta virreinal que se instauró en el poder.
Posteriormente, la independencia y la
República, sólo afinan esta crisis de incumplimiento de valores, porque no
resuelven el problema del país y de la sociedad que está basada sólo en
conseguir dinero olvidándose de lo humano.
El capitalismo que desarrollan con la
independencia, subyugada totalmente al capital privado internacional, primero
inglés, ahora estadounidense, nunca ha valorado al ser humano más que al dinero
y su ambición desmedida.
Nos hacen vivir un cuadro falso de la
realidad, entre la mentira y las medias verdades. Los gobiernos de turno que los representan, se encargan de poner los
ejemplos en carne propia. Se llenan la boca de valores y promesas y son los
primeros en no cumplirlos.
Entonces, el problema no está en la falta
de valores, sino en el tipo de valores que implementa el capitalismo y, la
famosa “crisis de valores” no es más que el cuestionamiento a esos valores que
hacen peligrar sus ganancias y buena vida a costa de los demás.
Por tanto, lo que se descompone y se
pudre es el capitalismo, dando paso a ese hedor repugnante de antivalores, por
su propia incompetencia de cumplir los propios valores que pregonan, quedando
como un eco mentiroso que sale del fondo del abismo negro de su ambición, eso
de que “Estamos construyendo la democracia”. Falsos virtuosos al decir de
Saramago.
Los principales valores que el ser humano
debe cumplir son: Investigador, solidario y comunitario. Los demás interactúan
con lo señalado. Por ejemplo, el investigador tiene que ser puntual,
responsable, creativo; el solidario tiene que ser bondadoso, humilde, generoso,
franco y leal; el comunitario tiene que abrigar en su corazón el respeto, el
amor, contra el individualismo y el egoísmo, tiene que ser trabajador y apegado
al trabajo colectivo, aspirando siempre el bien para todos.
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