POR UN
NUEVO CURRÍCULO
PARA LA AMAZONÍA-SELVA
Por Carlos Villacorta Valles
En referencia a mi artículo del jueves
anterior donde planteo la necesidad de un currículo educativo de acuerdo a la
realidad amazónica, se me ha preguntado ¿Cuál y como sería ese nuevo currículo?
Pues bien, atendiendo a ese llamado, voy a
proponer un nuevo currículo educativo para la Amazonía-selva.
Esta propuesta lo voy a dividir en dos
partes: esta primera parte, lo que es el currículo y cómo se implementa en el
Perú y la segunda parte, la propuesta misma.
A fines de la década del 60 y fines del 70
del siglo anterior, en algunos países latinoamericanos, ya se debatía sobre el
currículo. Algunos señalaban: es una “Disciplina científico aplicada”, contra
el teoricismo. Otros decían: “debe ser selección y organización de
experiencias” y, propiciar: “la defensa de la creatividad y la libertad”, “siendo
el docente un facilitador”. (Revista: “currículum” –Año 3/ Nº 5/ julio 1978-OEA).
En el Perú, las “altas autoridades
educativas” del MINEDU, parece que no tienen ni idea lo que es el currículo. En
su libro, Currículo Nacional, señalan: “El Currículo Nacional de la Educación
Básica es el que establece los aprendizajes que se espera logren los
estudiantes como resultado de su formación básica, en concordancia con los
fines y principios de la educación peruana, el Proyecto Educativo Nacional y
los objetivos de la Educación Básica”. (p.8) ¿Solo aprendizajes? No plantean de
donde salen esos aprendizajes.
El currículo es el documento matriz de la educación;
potente como recurso pedagógico que debe incluir: filosofía de la educación,
principios y fines de la educación, los planes de estudio extraídos y en
concordancia con la realidad, la metodología y las programaciones curriculares
a ser aplicadas por los docentes y los estudiantes.
Ahora bien, el docente no debe ser un
facilitador, sino un implementador junto a sus estudiantes. El currículo debe
ser elaborado por los docentes, porque van a ser los que lo van a implementar,
y, cumplir el artículo 33 de la Ley Nº 28044, Ley General de Educación, “el
currículo de la Educación Básica es abierto, flexible, integrador y diversificado”;
que el mismo MINEDU no cumple.
ES DECIR,
EL DOCENTE DEBE SER EL EJE CENTRAL DE LA EDUCACIÓN
Sin embargo, no es así, el docente es el
último enterado, no participa en nada, es el peor pagado, pero se le aumenta
las horas de trabajo sin paga y, lo que es peor, se le responsabiliza del
fracaso de la educación actual.
Al docente se le impone una rutina de trabajo
increíble, si no cumple se lo sanciona, pero los violadores si campean
libremente por las aulas.
¿CUÁL ES
ESA RUTINA?
1.- Aceptar pasivamente y sin chistar lo que
las “autoridades educativas” imponen.
Bajo pena de sanción.
2.- Alejarse de los maestros críticos, para
no ganarse la mala voluntad de las autoridades.
3.- Dejarlo todo a la “voluntad” de las autoridades y la “decisión” final de Dios.
4.- Dedicarse sólo al trabajo individual y no
buscar la articulación de lo individual y colectivo.
5.- Seguir pensando en cantidad, cuantas más
horas trabaje y cuadernos llene, es el mejor.
6.- Que nada puede cambiar. La autoridad lo
sabe todo.
7.- Seguir copiando los programas
curriculares tal y como lo dan.
8.- Que no puede ser, también, estudiante y
aprender de sus estudiantes.
9.- Seguir divagando, implementando el
divorcio entre el libro y la vida práctica.
10.- Seguir con la evaluación exclusiva
memorista, de control de información.
¿CÓMO SE
APLICA EL CURRÍCULO?
No se aplica nada, solo se informa. Literal. Los
docentes están atrapados por la imposición y la normatitis.
Los “aprendizajes curriculares” se dan en el
vacío.
Lo peor, la evaluación escolar es una especie
de sanción, no comprueba logros ni avances, ni dificultades, sólo mide
información. Más aún es el centro de la educación. El buen alumno es el que
obtiene las más altas calificaciones. En otras palabras: el eje de la educación
es la evaluación y su nota. No contribuye absolutamente en nada a mejorar la
educación, a no ser a humillar y avergonzar al estudiante. Cuando el docente
dice: “Este es el rol de exámenes” o en todo caso “mañana evalúo” en el tono
que lo diga, suave o fuerte, siempre causa temor y ansiedad en el estudiante.
Y, es que precisamente, el informe que tiene que presentar sobre promoción y
repitencia está basado en la evaluación. La evaluación le convierte en un
superdocente. Este superdocente sólo evalúa la cantidad de información que ha
podido retener el estudiante.
De esta manera: el alumno se prepara para la
evaluación; el padre exige a su hijo un buen examen; el profesor informa las
notas de las evaluaciones. La palabra evaluación o examen es un fantasma que
recorre todas las aulas, las calles, el hogar y la cabeza de todos los
burócratas educativos. Los colegios privados no evalúan si el alumno no ha
pagado pensión.
LA
RESPONSABILIDAD DEL DOCENTE
El docente que acepta en silencio esta
situación curricular, es cómplice, pero no es responsable del fracaso de la
educación. Así, se convierte en un “docente oficial”, no en un docente
comprometido con la educación de sus alumnos y de su pueblo.
Los docentes natos, de vocación,
comprometidos con su pueblo, deben superar su miedo y juntarse, formando
círculos pedagógicos de estudio y luchar en los cuatro terrenos fundamentales
de la labor docente: Económico, pedagógico, ideológico y político y forjar un
currículo de acuerdo a su realidad para interpretarlo y transformarlo.
Las experiencias de aprendizaje no pueden
seguir dándose en el vacío. No esperar más. No seguir siendo un docente “oficial”. El docente debe ser un líder
social, tiene que trascender más allá de su aulajaula.
Autoedúcate, querido docente, conoce más allá
de lo que te dicen, porque no se puede hacer lo que no se conoce, tampoco
criticar y mucho menos amar lo desconocido. El ser humano es un ser social y, la
esencia del saber está en la práctica social.
Estimado docente, investiga tu realidad, ahí
está la clave para que nuestros estudiantes tengan mejor nivel académico, y, lo
que es mejor, adquieran pensamiento científico. En tus manos está la decisión
y, quien sabe la solución.
Amigo docente, ¡ya basta! No te dejes
humillar, mira que nuestro tiempo está signado para investigar, reflexionar,
interpretar, sentir, vivir, practicar y transformar nuestro mundo, en
perspectiva de una sociedad mejor, de una vida mejor.
FUENTE
BIBLIOGRÁFICA:
https://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculo-nacional-de-la-educacion-basica.pdf
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