CRISIS DE LA EDUCACIÓN
Por una educación transformadora. –Parte V-
Por Carlos Villacorta Valles
odesi12@yahoo.es
1.2.2.
Crisis de la educación según el pensamiento científico:
Pensamiento científico, porque nos da la capacidad de
procesar toda y diversa información que nos permita conocer objetivamente y
subjetivamente y a profundidad los elementos que condicionan nuestra realidad y
la educación en este caso; elaborando teorías comprobables en la práctica. De
no ser así, elaboraremos objetivos de aprendizaje inadecuados. Para serlo, el
pensamiento científico debe tener las siguientes premisas: objetividad
(reales), racionalidad (Leyes científicas) y sistematicidad (orden) y tener las
siguientes características: analítico, preciso, simbólico (abstracción), trascendente
(persistente en el tiempo), comunicable, metódico, predictivo (predecir), útil
y demostrable. La educación en el Perú nada de eso tiene, nada de científico, lo
que es peor y anticientífico, está completamente divorciada de la realidad
socioeconómica y la vida de los estudiantes; no te permite generar
interrogantes para resolver problemas concretos o poner en cuestión métodos. El
Ministerio de Educación te dice así es y punto.
Aplicando el
pensamiento científico, vamos a encontrar la real causa de la profunda crisis que
atraviesa el sistema educativo peruano que, sin lugar a dudas es
socioeconómica.
Tenemos una
educación completamente divorciada de la realidad socioeconómica:
Es la mayor
calamidad capitalista para la educación, se traduce en que el Ministerio de
Educación elabora el currículo al margen de la realidad socioeconómica y, de
manera unilateral, sin participación de los docentes que son los que tienen que
aplicar y exponer sus experiencias prácticas con los chicos, los padres de
familia y entre docentes, -indudablemente son los que conocen la realidad-. Se
los impone a rajatabla, debiendo cumplir tal y como está escrito. –Con
detestable autoritarismo- Si comparamos
el currículo y la vida práctica, lo que dice es una repugnante hipocresía, por
no decir, repugnante mentira, pues la educación que impartimos va por un camino
y la vida por otro. En ese sentido, el currículo Nacional no tiene ningún
valor.
Más de 6
millones de estudiantes en el caso peruano, son diariamente perjudicados en las
instituciones educativas, “aprendiendo”
algo que no les va a servir para su formación, ni siquiera para competir de
igual a igual en los exámenes de ingreso a las universidades. Pero si,
escribir, hablar y hacer al gusto del capitalismo. Los chicos, además, permanecen
atados a las patas de sus carpetas prohibidas toda actividad de campo, de
salida, de intercambio, porque el ministerio eso considera “pérdida de clases” ¿Cómo van a aprender a caminar nuestros pobres
estudiantes por la vida si no la conocen? ¿Cómo nuestros estudiantes van a
contribuir en la forja de una sociedad mejor si se les esconde la realidad?
Claro, los
estudiantes ven la realidad, lo viven, lo palpan, lo sufren, les enseña la
calle, les enseña la TV, pero no los inmuta, les es indiferente, están
acostumbrados, la educación les enseña que ello no es de su incumbencia, para
eso están los “políticos”, los
gobiernos, el “Estado que se hace cargo”,
la educación los anestesia, los adormece, por ello nuestros pobres
estudiantes preocupados por lo que ven, dicen: “yo quiero ser congresista”, “yo voy a ser Presidente” “para resolver
los problemas del país”, pero eso es en pocos, en la mayoría se ha
generalizado el escepticismo, el pesimismo, que indudablemente son los
objetivos que persigue la educación capitalista.
¿De qué
realidad estamos hablando?
Por ejemplo:
el currículo conceptúa que, “Educar es
acompañar a una persona en el proceso de generar estructuras propias internas,
cognitivas y socioemocionales, para que logre el máximo de sus
potencialidades”. (Pág. 11).
Esto no se
cumple en la educación peruana, su racionalidad es refutada completamente por
la realidad, por el hacer contrario de
la TV, por el hacer contrario, el autoritarismo y la imposición misma de los
burócratas del Ministerio de Educación, por el hacer contrario del capitalismo
que destruye la vida familiar por ambición enfermiza de poder y dinero, etc.
También señala,
“el Currículo Nacional de la Educación
Básica prioriza los valores y la educación ciudadana de los estudiantes para
poner en ejercicio sus derechos y deberes”. (Pág. 8). Completamente falso,
desde el momento que la TV propala programas reñidos con los valores, la
sexualidad, la identidad y la paz, es un atentado a sus derechos de niños y
jóvenes (“Esto es Guerra” y “Combate”, sus
mismos nombres ya generan violencia).
El currículo
se pregunta: “En el Perú, ¿a qué
educación aspiran los peruanos para enfrentar los desafíos del presente
siglo?”. Luego se responden:
“En una sociedad diversa y aún desigual y,
al mismo tiempo, con enormes potencialidades, aspiramos a una educación que
contribuya con la formación de todas las personas sin exclusión, así como de
ciudadanos conscientes de sus derechos y sus deberes, con una ética sólida,
dispuestos a procurar su bienestar y el de los demás trabajando de forma
colaborativa, cuidando el ambiente, investigando sobre el mundo que los rodea”.
Absolutamente
falso, una educación impuesta y prepotente sólo produce lo contrario de lo
predica, su contradicción con la realidad es evidente, el mismo ministerio
prioriza, apoya e impulsa la mercantilización de la educación, aprobando la
existencia de educación privada con todos los adelantos y con costos
elevadísimos en pensiones que se contradice con la precariedad de la escuela
pública –eso no es enfrentar la exclusión ni la desigualdad, es alimentarlos-.
Cuál “ética sólida”, si los propios
burócratas del ministerio, politiqueros, congresistas y gobernantes y, ahora
incluidos presidentes, son amorales, delincuentes, ladrones.
Cuál “investigación sobre el mundo que los
rodea”, si no se analiza nada, menos las causas de las dos genocidas y
exterminadoras guerras mundiales para que las potencias económicas dominantes
se repartan el mundo; el intervencionismo militarista de EEUU, para robarse el
petróleo propiciando guerras en Vietnam, Afganistán, Irak, Chechenia, Bosnia,
Siria y las innumerables e interminables guerras que esconde la educación por
razones de dinero, control y hegemonía, generando holocaustos abominables, la
misma amenaza nuclear de EEUU que lo tapa culpando a otros; el cada vez mayor enriquecimiento
de pocos países dominantes y expoliadores cuya cabeza es EEUU y la cada vez más
pobreza de la mayoría de países del mundo; el drama interminable de la
inmigración escondiendo sus causas y efectos, con la “inoperancia” de los organismos internacionales; el bloqueo
económico de EEUU a los países que no están de acuerdo con su política
expoliadora, para culpar luego al mismo país de sus conflictos y crisis
económica, atizando inclusive oposiciones internas violentistas orientadas por
la CIA; etcétera y etcétera, situación mundial que genera las vulneraciones de
los derechos humanos, la explotación indiscriminada y criminal de los recursos
naturales y la acelerada destrucción del medio ambiente, más aun, la aguda y
estructural crisis económica y financiera mundial que estamos viviendo y
padeciendo en este inicio de siglo XXI principalmente los pobres.
Hechos y
excesos que la educación que propugna la UNESCO y el Banco Mundial, pretenden
ser escondidos con palabrería huera como “civilización
racional-moderna” y ahora “civilización
postmoderna” y, nuestro currículo guarda un silencio cómplice, aduciendo
que eso no corresponde, que eso es “para
los economistas y gobernantes” ¡Ojo! Ningún silencio es inocente.
Cuál “procurar su bienestar y el de los demás
trabajando de forma colaborativa”, cuando sus objetivos por competencias
generan el individualismo y el egoísmo entre estudiantes, cuando el bienestar
lo decide la economía de mercado y esta también es individualista y egoísta que
genera bienestar sólo para los de arriba y, para los de abajo el desempleo
masivo; la extrema pobreza y la preocupación permanente para sobrevivir con un
salario mensual que solo alcanza para 3 días.
Concretamos
entonces, la causa principal de la crisis de la educación es que, está completamente
divorciada de la realidad socioeconómica que genera tres grandes problemas:
obtener un título que casi nada te sirve, obtener maestría y doctorado –sobre
todo en el magisterio- que son de adorno y el crónico salario de hambre.
Esta evidencia
que es irrefutable, no se resuelve cambiando burócratas, sino cambiando
concepciones económicas y pedagógicas en perspectiva de la transformación
estructural del capitalismo, cuya solución se hace cada vez más exigente. Pero,
no lo harán los que están arriba, si no nosotros. Considerando también, que la
humanidad está creando otra forma de trabajar que es inmaterial: producir
conocimientos, creatividad y su comercialización. Hechos que los vamos a tratar
en el siguiente título.
1.2.3.
Alternativas frente a la crisis de la educación capitalista:
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