¿LA CULTURA DE VIOLENCIA Y LA VIOLENCIA
CULTURAL SE HAN INSTALADO EN NUESTROS MENTES? Por Carlos
Villacorta Valles
Estamos viendo y viviendo la violencia delincuencial que
se instala, con más fuerza, en el Estado y en las calles. Un noticiero televisivo
de 60 minutos, 57 minutos lo dedican a transmitir violencia. Normalizándola.
¿QUÉ
ES CULTURA DE VIOLENCIA?
Cultura de violencia es la interiorización de la
violencia en nuestra mente, como concepto, que nos hace ver como normal la
respuesta violenta frente a un conflicto. Se ha instalado en el Estado, de ahí
pasó a la TV, las familias y las calles. Culturalmente y políticamente la
violencia del Estado sirve para evadir responsabilidades dignas y humanas.
¿QUÉ
ES LA VIOLENCIA CULTURAL?
La violencia cultural, son los diversos medios,
mecanismos y leyes que se utilizan para legitimar o justificar la respuesta
violenta para resolver un conflicto. Por ejemplo: el Estado y sus fuerzas
armadas y policiales, para resolver la lucha de clases. La religión, con el
miedo del pecado con destino al infierno o al paraíso, para someter y
controlar.
En el caso del Perú, el Estado, representado por el
Ejecutivo y el Congreso, ha emitido leyes para extorsionar, reprimir y
violentar a los ciudadanos y dirigentes que realicen movilizaciones o actos de
protesta en defensa de sus derechos. Si haces esto, te cae la ley. El Estado ha
creado un patrón legal de respuesta violenta frente al conflicto social y
laboral.
EL MIEDO COMO INSTRUMENTO VIOLENTO PARA
IMPONER
Según la RAE: “el miedo es la angustia por un riesgo o
daño real o imaginario”. Por ejemplo: el “daño real” es la violencia del Estado,
y, la violencia en las calles. El “daño imaginario” es pensar en el daño que
causa y te paraliza. Lo religioso-simbólico es el más potente.
El asesinato, -en las manifestaciones de protesta-, por
parte del Estado es algo real y, pensar que te van a matar cuando sales a
protestar es el daño imaginario, para impedir que salgas a las calles. Un
delincuente esperándote en la calle es algo real; lo imaginario está pensar que
te van a robar o matar en la calle y, es una angustia permanente que la TV lo
alimenta.
El daño real es la ley que criminaliza la protesta, donde,
por todo, te han de acusar violentamente de terrorista; lo imaginario está en
verte procesado, encarcelado, por tanto, evitas salir a la protesta.
Pero el daño imaginario bestial-violento que no nace de
un daño real, es lo religioso. Significa pensar desde lo imaginario, un
supuesto daño real en la otra vida: “arderás en el infierno”, te amenazan
violentamente los sacerdotes, y, como no sabemos si existe o no, eso te genera
una angustia gigantesca, que vulnera tu salud mental y, te hace controlable y
de fácil sometimiento. Por ello, han creado la fe, porque no hay seguridad que
exista Dios. La fe es Dios.
Así, el miedo como instrumento violento para imponerte,
lo han instalado en nuestra vida pública, en la prensa (TV), en el discurso
politiquero, en la escuela, en nuestros hogares; es decir, en los sistemas
jurídicos y sociales, de ahí a nuestra mente, por su gran utilidad para obtener
poder y conservarlo.
Han convertido nuestro miedo natural como alerta al
peligro, en un miedo patológico sicosocial, afectando negativamente nuestro
desarrollo individual y colectivo y nuestra salud mental.
CAUSAS
DE LA CULTURA DE VIOLENCIA Y LA VIOLENCIA CULTURAL
Intencionadamente, a los efectos de la violencia se los
toma como causa, por ejemplo: drogas y alcohol, pandillas juveniles,
crimen organizado, desintegración familiar, impunidad, etc., que son efectos de
la causa: la propiedad privada, que genera sociedades clasistas y, la injusta
distribución de la economía. La clase que tiene el poder económico y el control,
viven en la opulencia, somete y explota a los que no lo tienen y viven en
carencia.
Desde la aparición de la propiedad privada, la historia
ha vivido tres sistemas clasistas: la esclavista: con violencia directa y real.
Feudalista: con violencia directa, real y religiosa. Capitalista: sistema
actual que vivimos, con violencia directa y real, religiosa e imaginaria.
La propiedad privada, desde su nacimiento, es avarienta y
voraz, genera problemas económicos y, los problemas económicos crea
dos grandes violencias: la opulencia y la carencia. Además promueve el individualismo y el egoísmo.
La opulencia lo tienen los que controlan el poder
económico, actualmente el 1% según OXFAM; la mayoría por explotación,
corrupción y coimas; son los denominados capitalistas que dominan a través de
transnacionales, monopolios y oligopolios y, en efecto, usan la violencia, el
chantaje (corrupción) y el miedo para dominar e imponer su poder, con sus
operadores políticos controlan el Estado. Hasta estos momentos han impulsado
dos guerras mundiales de reparto del mundo. Los únicos valores que practican
son: la violencia, la ganancia, el dinero, la mentira, el egoísmo, la calumnia,
la competencia desleal, el individualismo, el control y la destrucción.
A través de la educación y los medios de comunicación,
esos valores son instalados en las familias y las mentes de las personas, produciendo
un ser humano totalmente inestable, muy débil en su salud mental.
Ahora bien, tanto la opulencia y la carencia son
problemas económicos que generan problemas sociales, educativos, culturales, de
salud mental (sicológicos y siquiátricos), angustia e intranquilidad
permanente, por tanto, infelicidad. Nadie puede ser feliz en un lugar donde
tienes que cuidarte de todos.
EL
CAPITALISMO ES UN SISTEMA MORBOSO Y VIOLENTO
El capital (dinero) es una necesidad y valor actual, con
ello funciona el sistema, pero cuando se pone por encima del valor del ser
humano y fabrica riqueza de manera enfermiza, ambiciosa, mediante el robo y la
explotación, deviene en capitalismo.
Al capitalista (“empresario”), le interesa un pepino las
consecuencias o efectos del sistema productivo que impone: como pagar salario
de hambre, que es violencia generadora de pobreza, delincuencia y causante de
la desintegración y violencia familiar. Así, el capitalismo considera al ser
humano como una mercancía. Por eso, de viejos nos votan al rincón
del olvido.
El
capitalista, -está demostrado hasta la saciedad-, utiliza la violencia como
arma de control, a ellos no les interesa frenar la violencia, muy por el
contrario la atizan. Un sistema que además propaga el morbo y la perversión, el
vedetismo-desnudo y homosexualismo; chismes y escándalos, como espectáculos y
formas de vida. La violencia degradante y el misticismo, las supersticiones de
todo tipo, la
astrología y la suerte mística, como formas de logro y creencias. Pone de moda,
músicas y cantantes groseros y sexualistas como el reggaetón, así como lo horripilante y monstruoso, como gustos
artísticos. Promueven
libros plagados de morbosidad, sadismo, masoquismo y autoayuda, como
modernidad. Con todo ello, penetran descaradamente en nuestros hogares a través
de los medio masivos de comunicación principalmente la TV.
En
ese sentido, muchos expertos están considerando, también que, el amor y el sexo,
son construcciones económico-socio-políticos.
Por otro lado, cada vez más se profundiza, también, la
degradación de los derechos democráticos fundamentales y sindicales de la clase
obrera y los trabajadores.
LA
VIOLENCIA DEL SISTEMA DISOCIA NUESTRA
PERSONALIDAD.
En efecto, destruye nuestro autocontrol y regulación de nuestras
emociones, generando permanentes crisis personales y familiares, por ello nos
volvemos más violentos y nos crean “enfermedades” como negocio: depresión,
bulimia, anorexia, impotencia, bipolaridad, obesidad etc., y no paran de fabricar pastillas para estos
males, pastillas que nos vuelven más neuróticos.
Esconden el morbo y violencia de los de arriba; se las pasa
por blandas y aisladas, santas y puras. Solo se difunde la violencia de los de
abajo.
¿HAY
QUE RESOLVER VIOLENCIA CON MÁS VIOLENCIA?
Claro que no, son las autoridades competentes que deben
cumplir con su función, que hasta el momento no lo están haciendo. Ningún cabeza
de capitalista piensa, que resolver la pobreza, el hambre y la miseria, sería una
de las medidas más efectivas para detener la violencia. Esto inicia pagando un
buen salario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario