EL ESCRITOR COMO SUJETO SOCIAL Y SU ROL EN LA SOCIEDAD
Por Carlos Villacorta
Valles
odesi12@yahoo.es
Al margen de su voluntad, el escritor es un
sujeto social, ideológico y político, y, de acuerdo al contenido de sus
escritos: será un escritor conservador o transformador. O camina al borde de la
palabra o la empuña cabalmente; o la enciende o la apaga. La palabra es un
instrumento fundamental que ayuda a mantener o transformar el mundo. De lo que escriba
ahora, el escritor, contribuirá a mantener el estado de cosas o contribuirá con
la forja de una sociedad mejor. Ningún escritor como hombre justo y consciente
puede convivir en paz con las injusticias y con el sistema que los genera.
¿EL
ESCRITOR DEBE ESCRIBIR LAS INJUSTICIAS SOCIALES? ¡CLARO¡ SIN DESCUIDAR LA
ESTETÍCA.
¡Qué pasó! Tú no puedes decirnos qué voy a
escribir. Cierto, es cuestión de reflexionar y tomar posición. No estoy negando
la libertad de crear, simplemente digo que
la característica tecnicista, esteticista y hermética abstracta del
arte, principalmente de la poesía, aleja a nuestro pueblo del deleite de su
lectura y concurrencia a conferencias y festivales literarios, porque lo
sienten muy lejos de ellos. –Tampoco niego que el arte debe tener belleza y
técnica, siempre lo mejor para nuestro pueblo- digo ¿cómo no conmoverse ante un
sistema que mata de hambre a sus criaturas, niños, mujeres y ancianos? La
sensibilidad social es base y esencia de la condición humana. Creer que la
poesía tiene un solo lado o es aséptica, significa mantener las cosas tal como están.
CONTRIBUIR
CON EL CAMBIO SOCIAL ESTRUCTURAL
Cuando el hombre aparece sobre la tierra, vive en comunidades fraternales, en una forma natural y armónica de convivencia, tratados todos como miembros de una gran familia cuyo desarrollo acrecentaba la vida comunitaria, y todo su legado cultural acumulado se va trasmitiendo de generación en generación. El artista originario utiliza la oralidad y representación plástica - pintura y escultura - como un medio de entender y dominar la realidad, desempeñando un rol decisivo en su comunidad. Si la caza y la pesca, y después la agricultura, les resultaba adversos, el artista narraba los mitos cosmogónicos relacionados con el problema a resolver. Eso no lo podemos olvidar, por ejemplo, el Poema de Gilgamesh*, escrito aproximadamente el año 2000 a.C. con caracteres cuneiformes y del que se conservan 12 tablillas de arcilla, nos narra sus preocupaciones sobre la inmortalidad, el sentido de la vida y el dolor humano. Así pues, el artista y escritor en sus orígenes siempre estuvo comprometido con las tareas de mejorar la sociedad y la vida.
EN QUÉ
MOMENTO SE FRACTURA LA SOCIEDAD
La aparición de la propiedad privada como
base institucional socio-económica de distribución Individualista, fractura el
desarrollo social armónico. Da como nacimiento el esclavismo brutal y la
escisión de la sociedad en clases, unas dominantes –los pocos- y otras
dominadas –la gran mayoría-. Tener riquezas excitaba la codicia de las clases
dominantes, para quienes su adquisición era el fin supremo de la vida, siendo
el saqueo lo más fácil que el trabajo productivo. Las guerras, aparecen sin más
propósito que el saqueo, convertido en industria permanente de armas. Es lo que
llamamos civilización.
En este contexto brutal, el arte y la
literatura se elitizan, el escritor pertenece a la clase dominante, sus alegorías
y alabanzas sólo están referidas a esa clase. Platón escribe: “el poder corruptor de la poesía y su
falsedad exige un compromiso público o cívico que necesita una vigilancia”
(República, 398a), hace pues referencia a la actitud moral y política del
escritor que es contraria al sistema y que debe ser perseguida.
Platón propone un arte, una poesía y un
escritor al servicio de las clases dominantes, concepción que se replica en el
feudalismo cristocéntrico, el escritor estaba obligado solo a escribir alabanzas
a dios y, de igual manera en el actual capitalismo, escribir según el gusto
burgués, que se canten alabanzas al sistema y recuerden a los grandes héroes.
Todo arte contrario al capitalismo, -sistema supuestamente
libre, donde te dicen que puedes desplegar con libertad la ideología y política
que profesas-, es vejado y ninguneado; los poetas rebeldes del sistema del
siglo XIX, por ejemplo, considerados "malditos",
como fue el caso de los poetas simbolistas: Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé y
Verlaine, fueron vejados y exiliados socialmente por rechazar las normas
establecidas. No olvidemos tampoco que, los artistas y escritores burgueses impulsan
y promueven el Romanticismo como el primer movimiento eminentemente burgués,
para alejar el arte de la vida política y social, aparentando libertad y
consolidando el individualismo –principio básico del capitalismo-. Goethe, por
ejemplo en sus obras alaba la vida y el ideal burgués.
ESCRITORES
COMPROMETIDOS CON LA LIBERTDAD COMO SERES SOCIALES
El escritor, en este sistema, se encuentra en
un dilema ¿Qué escribe? ¿Para quién escribe? ¿Qué posición toma? ¿Qué estudia?
¿Denuncia las injusticias o se queda callado? ¿Se pone del lado del camino del
pueblo o el camino de los que controlan el poder económico? Leamos algunos
escritores:
JAVIER HERAUD, que lo comprendió a los 18
años escribe: “la poesía es/el grito de los pueblos oprimidos/el nuevo canto/de
los pueblos liberados”. (Arte Poética).
ESTULIN D. (2014), en su libro “El Club de los Inmortales”, nos enseña: “La principal forma de control tiene lugar
cuando creemos que somos libres y, en realidad, nos están manipulando y
ordenando” (Pág. 71).
ERNESTO CARDENAL nos dice: “soy revolucionario porque soy poeta”; “la
poesía me llevó a un monasterio, a la revolución y al pueblo”.
CHARLES CHAPLIN, en su famoso discurso “El Gran Dictador” sentencia: “El camino de la vida puede ser libre y bello,
pero hemos perdido el camino”.
HUMBERTO ECO, al referirse al escritor
neutro, ha dicho en el XIV Festival del Libro de Budapest 2007: “Odio a los escritores que dicen que
escriben para sí mismos. Lo único que escribimos para nosotros mismos es la lista
de las compras”.
JUAN CARLOS ONETTI en su "Decálogo más uno para escritores principiantes" nos recomienda:
“No intenten deslumbrar al burgués. Ya no
resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo”.
BERTOLT BRECHT lanza al mundo la parábola del
sacerdote Martín Niemöller: “cuando nazis
vinieron por mi…”, como un hermoso poema con el título "ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde" que trata acerca de las consecuencias de
no ofrecer resistencia a las tiranías y
al capitalismo mafioso. El sermón del sacerdote dice: “Cuando los nazis vinieron por los
comunistas//me quedé callado; //yo no era comunista.//Cuando encerraron a los
socialdemócratas//permanecí en silencio; //yo no era socialdemócrata.//Cuando
llegaron por los sindicalistas//no dije nada; //yo no era sindicalista.//Cuando
vinieron por los judíos//No pronuncié palabra; //yo no era judío.//Cuando
vinieron por mí//no quedaba nadie para decir algo”.
Vigente está también, en ese sentido los
versos del mismo Brecht cuando denunciaba: ¡”por
cierto que vivo/en una época sombría/el verbo anodino/no es más que una
tontería!/ !Qué tiempos estos en que/hablar de árboles/es casi un crimen/pues
implica/el silencio de tantas fechorías”¡
MARIÁTEGUI comprueba: “La burguesía quiere del artista un arte que corteje y adule su gusto
mediocre. Quiere, en todo caso, un arte consagrado por sus peritos y tasadores”
(El artista y la época. Pág. 13). “Sobre
la suerte de los artistas contemporáneos pesa, excesivamente, la dictadura de
la prensa. Los periódicos –y la TV- pueden
exaltar al primer puesto a un artista mediocre –mejor si defiende el
sistema- y puede relegar al último a un
artista altísimo. –generalmente el crítico del sistema. (El artista y la época. Pág. 16).
ESTULIN D. (2014) (ibíd.)** Nos advierte: “Esta nueva era, la ciencia y la tecnología
dominan el mundo (…) no se desarrollan para beneficiar a la humanidad, ni para
controlar y detener terroristas y criminales. Están diseñados para controlarte
y detenerte a ti (…) se trata de tener el control de todo lo que hay en el
planeta” (pág. 131).
¿CUÁL ES
EL ROL DEL ESCRITOR: LA DENUNCIA O LA INDIFERENCIA?
La indiferencia es la peor de las traiciones.
Un día nos preguntarán nuestros niños y jóvenes, que es lo que hicimos cuando ahogaban las
voces de los pueblos del mundo y los hombres humildes. Para ser directo: ¿qué
hiciste cuando nuestros niños y jóvenes se morían de hambre y miseria? ¿Qué
hiciste cuando los niños y jóvenes no asistían al colegio porque tenían que
trabajar y quemaban tempranamente su fragilidad, su ternura y su vida? Dirás
que eres neutro, dirás que eres apolítico o buscarás otra justificación
absurda. No te olvides, ese día llegará.
Los escritores, por sensibilidad social y
artística, estamos preparados a denunciar y, a practicar la tierna rebeldía. Sentir,
vivir, reflexionar, practicar y transformar es el signo de nuestros tiempos.
Esa debe ser nuestra razón de vivir y escribir.
Ahora sí, ya no basta sólo interpretar el mundo, sino hay que
transformarlo. Mientras el sueño de la justicia social no sea olvidado habrá
esperanza de una vida mejor. La muerte definitiva es el olvido, aunque
aparentemente viva, nos dice el grande, José Saramago.
Notas:
*http://www.historiaantigua.es/descargas/files/La%20Epopeya%20de%20Gilgamesh.pdf
**DANIEL
ESTULIN: El club de los inmortales.
Ed. IIB Grupo Zeta (2014).
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