Un pueblo sin cultura y alienado,
es fácilmente engañado y doblegado
Por Carlos Villacorta Valles
Preguntados los que entienden de
psicología de masas y auscultan el alma de un pueblo: ¿nuestro pueblo, ha
perdido la capacidad de indignación? ¿Por qué nuestro pueblo no responde ante
tanta promesa incumplida, ante tanta corrupción y delincuencia enternada? La
respuesta fue contundente ¡Estamos alienados!
Alienación es un término y concepto
que hace tiempo no se escucha. Está siendo ocultado por los que tienen el
control de la economía, la cultura, la educación y los medios masivos de
comunicación, ¿no les conviene? ¡Claro que no! No les conviene que la gente se dé
cuenta de su estado de alienación, porque si se da cuenta, recupera su
capacidad de indignación y de hecho pasa a la insurgencia constitucional. Pero,
dice el dicho popular: “no hay mal que
dure cien años ni cuerpo que lo aguante”.
Etimológicamente, alienación deriva del latín
ălĭēnātĭo, ōnis: alejamiento, privación; procedente a su vez del adjetivo
ălĭēnus: propio de otro, extraño a uno, ajeno. Según la RAE, la alienación es
la pérdida o alteración de la razón o los sentidos; pérdida de identidad que
sufre una persona o grupo. Dentro del campo de la filosofía, Hegel afirma que la alienación es el
extrañamiento o distanciamiento del sujeto en relación consigo mismo. Ludwig Feuerbach, nos dice que es la renuncia
de nuestra propia naturaleza en favor de la de un ser en el cual reconoce a
Dios. Karl Marx, interpreta como
pérdida de identidad como ser humano, ocasionado por el sistema de explotación,
donde el ser humano es una cosa más, una mercancía, representa una cantidad de
dinero. Herbert Marcuse, se basa en
la alienación causada por la tecnología, la cultura de medios de comunicación y
el consumismo masivo, mediante los cuales el Estado capitalista consigue
esclavizar a la sociedad. Para la
Psicología, la alienación es un estado mental que se caracteriza por la pérdida
del sentimiento de la propia identidad.
En resumen, la alienación es la
deformación de nuestra personalidad, una deshumanización, un proceso inducido
por los que tienen el control del sistema, para mantener las cosas tal como
están; proceso de trasformación de nuestra conciencia hacia la pérdida de lo
que nos pertenece o que constituye nuestra esencia, nuestra identidad o perdida
del control de sí mismo, para actuar hasta en nuestra contra, por ejemplo un
obrero que vota por un partido político de empresarios; gente que defiende el
sistema social que le explota y margina, rechazar algo que nos beneficia. Pérdida
que puede ser individual y colectiva.
Las 15 características del ser humano
alienado:
1. Indiferencia y defensa del
sistema de explotación.
2. Entregar nuestro futuro
(destino) a un designio desconocido como el crear un Dios.
3. Trabajar para el mercado
capitalista y no para las necesidades humanas.
4. Nuestro trabajo es obligatorio
y no nos pertenece. Nos esclaviza y convierte en mercancía.
5. Nuestro trabajo no satisface
nuestras necesidades, sino la del patrón.
6. Pertenecer al patrón en cuerpo
y alma. Despreciar la organización gremial.
7. No ser consciente que el Estado
nos oprime y explota.
8. Compramos lo que la publicidad
dicta, sin evaluar la necesidad.
9. Despreciar nuestra cultura por
la ajena o extranjera. Copiar lo que hacen otros.
10. Cuando pensamos como ricos
siendo pobres. Dejarse llevar por la moda.
11. Negarse a ser factor activo de
nuestra propia realidad a favor de los demás.
12. Cuando las riquezas de nuestro
país y la naturaleza nos son ajenas y hostiles.
13. Cuando pobreza y riqueza son
atribuimos a la mala y buena suerte o al saber hacerse rico.
14. Pensar sólo en el dinero y la
riqueza y no en el ser humano.
15. Fomentar cultura de la
incultura: pobreza intelectual, negar la verdad. No analizar, no pensar.
Sin embargo, el mayor grado de
alienación que sufrimos es cuando defendemos el sistema de explotación del que
somos víctimas o nos mantenemos indiferentes. Siendo la alienación principal la
económica, protegida por la alienación religiosa, cuyas características son: corrupción,
ineficiencia, individualismo, afán de lucro, dogmatismo, etc., basada en la
propiedad privada, del cual dependen las demás alienaciones. Esta alienación
enajena totalmente nuestras propias facultades creadoras, sólo trabajar o hacer
algo por dinero, forzados y sometidos. Lo que producimos no nos pertenece,
divide la sociedad en clases sociales antagónicas: la clase oprimida que produce
las mercancías y la clase opresora que se apropia de ellas.
Para evitar malos entendidos, nadie
está renunciando al dinero; el dinero es un medio, no es absoluto como nos
hacer creer por todos los medios, tampoco renunciamos a los inmensos avances de
la ciencia y la tecnología, eso es materialmente imposible. Lo que se está
planteando es un nuevo sistema, más justo, con más oportunidades, contra todo
tipo de opresión.
Desde que nacemos, los que
controlan el poder económico, logran que pensemos, actuemos y veamos el mundo
con los mismos ojos de ellos. Adormecen nuestra conciencia de clase. Entendiendo
la conciencia de clase como el darnos cuenta de la existencia de la alienación
económica, política, cultural, social y religiosa del cual somos víctimas. Negamos
el análisis.
Medios y formas del que somos víctimas de alienación:
TV, radio, periódicos, política e instituciones,
son el centro de nuestra alienación y enajenación. No se dan por separado, interactúan, se interrelacionan y
producen el mismo efecto: la alienación, con mensaje y principalmente imagen.
Nos hacen vivir una realidad virtual.
1. Con publicidad, propaganda
y consumo: se meten en nuestras emociones con morbo
y erotismo, asociando éxito y poder. Más utilizada la mujer y los niños.
Manipulan nuestros gustos.
2. Con manipulación política e instituciones: nos imponen ideas políticas, conceptos, manipulando nuestra
opinión, infundiendo temor, con difamaciones y calumnias, para validar e
invalidar personas e instituciones, partidos políticos, la democracia, la
justicia, la libertad, etc.
3. Con imposición de patrones de conducta y cultura ajena: inclusive valores y cuerpos ajenos a nuestras circunstancias y
realidad, manipulando la belleza, la juventud y el éxito, la cirugía estética,
la música, la vestimenta, la moda, vida y costumbres que nos son ajenos.
4. Con educación ajena a nuestra realidad: filosofía y teorías pedagógicas que se traen de otros países y nos
imponen, afianzando el individualismo, la competencia insana, el egoísmo y el
desprecio a lo nuestro. Divorcio total de la enseñanza y la vida.
Medios y formas de desalienarnos
La alienación es un poderoso
instrumento para frenar los cambios estructurales en la sociedad. En los países
donde los oprimidos tomaron el poder, su principal traba fue la alienación
económica y religiosa, por ello, le fue fácil al capitalismo restaurarse,
porque los que construían el socialismo lo hacían con esa poderosa carga de
alienación. Es que no podemos hacer nada nuevo y diferente, sin ser nuevos ni
diferentes. Por tanto, tenemos que desarrollar un poderoso proceso de
desalienación. “Vernos con nuestros propios ojos” como dice Aram Aharonian.
La desalienación tiene que ser un
proceso de reencontrase con uno mismo, enfrentando la cultura, ideología y
política del opresor, para la recuperación de nuestra personalidad, capacidad
de decisión. Buscar que los niños y jóvenes equilibren su autoestima, con el
control de programas que se emiten por la TV, radio, Internet, buscando formas
de difundir políticas de recuperación y fortalecimiento de nuestra identidad
tanto individual como colectiva, reconciliarnos con nuestra cultura
despreciada; organizarnos y entablar luchas en común, viviendo y actuando
acorde a la nueva sociedad que queremos construir. Más educación científica,
más cultura, más democracia real, más lucha por la libertad y la justicia, más
conciencia de clase. Paulo Freire enseña:
“los oprimidos no obtendrán su liberación
por azar, sino buscándola en su praxis y reconocimiento en ella que es
necesario luchar por conseguirla”
La desalienación no es para
mañana, ni pasado mañana, no es un proceso indispensable y fundamental para
ponerlo en práctica el día que nos ocurra; es un gran proceso para hoy y debe
ejecutarse en el trabajo, en la organización, en la familia, en la oposición al
sistema, en la oposición a las guerras imperialistas, en las instituciones
educativas, en la crítica de la cultura dominante, etc.
Hay que transformar desde la raíz,
la educación, la cultura, la enseñanza de la juventud, el esfuerzo de las
nuevas generaciones que sea permanente, lo que nos dará como resultado la forja
de una nueva y mejor sociedad. Hay que acercar el libro a la vida, el arte, la
poesía a la vida.
¿Posible? Sí, es posible elegir
otra nueva y mejor sociedad, otro futuro mejor, un futuro que beneficie a todos, donde la
persona esté primero que el dinero. Es posible poner fin a la pobreza, el
hambre y la miseria.
Fuentes:
-Ernesto Carmona. Medios,
los amos de la información. www.aporrea.org
-Las
formas ocultas de la propaganda y Los artífices del derroche. Editorial
Sudamericana, Bs.As., 1959 y 1961
-Aram Aharonian. Vernos con nuestros propios ojos. Fondo
Editorial Question y Universidad Latinoamericana y del
Caribe, Caracas, 2007.
http://www.cronicon.net/paginas/Documentos/paq2/No.15.pdf
-Carlos
Marx. Manuscritos económico-filosóficos
(1844).
-Herbert
Marcuse. La Alienación y el hombre
unidimensional.
-http://www.muyinteresante.es/cultura/arte-cultura/articulo/diez-grandes-frases-de-hegel-961377593752
-http://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/ludwig-feuerbach.html
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