VIOLENCIA,
PAN NUESTRO DE CADA DÍA: CAUSAS Y CONSECUENCIAS
Por
Carlos Villacorta Valles
Hace unos meses atrás, escribí sobre la
violencia que estamos viviendo, regreso con este tema porque ya forma parte de
nuestra cultura, la violencia es pan nuestro de cada día, por cualquier detalle
nos agredimos unos contra otros. Vivimos con miedo, no sabemos en qué momento y
por donde vamos a sufrir una agresión, ahora hasta los propios alumnos están
agrediendo a sus profesores; cada minuto mueren más de 100 personas en el mundo
por violencia, ¡claro! Sin hablar los cientos de muertos que causan las
invasiones militares de EEUU.; en el Perú, sabemos hasta más de 5 muertos diarios
por violencia de cualquier género.
Esa violencia y ese miedo se han instalado en
la estructura social, caminan por las calles y se introducen en nuestros
hogares haciendo mucho daño. Aunque los que controlan el poder económico y son
devotos de la propiedad privada, tenemos que decir que la causa principal de la
violencia es precisamente la propiedad privada. Cuando alguien pone un
cartelito que dice “Propiedad privada” te está amenazando con su naturaleza individualista,
egoísta y violenta.
CAPITALISMO
ES VIOLENCIA
El capitalismo es propiedad privada
violenta, para conquistar el poder en contra del feudalismo, han organizado más
de 10 violentas revoluciones burguesas*, y en 1789, tomar el poder con una de
las más sangrientas que registra los
anales de la historia universal: “La
Revolución Francesa”.
Han preparado o participado con
sangrientas dictaduras, invasiones militares y en las dos más sangrientas
guerras mundiales para repartirse y controlar el mundo: I Guerra Mundial (1914)
y II Guerra Mundial (1944); son responsables del genocidio de niños y ancianos por
hambre y miseria; son los más grandes traficantes y consumidores de droga y de
gobiernos y narcoestados mafiosos y corruptos; son los más grandes fabricantes
de armamento bélico y bomba atómica para proteger su grandiosa fortuna y
economía degradante, generadora de más hambre y miseria creciente, donde la
patética opulencia de unos pocos se contradice con la abominable carencia de la
mayoría, con más genocidio insufrible, con delincuencia brutal callejera, lo
que hace que el mundo esté en permanente convulsión violenta y los seres
humanos se agredan unos a otros; -es fundamental señalar que tanto la carencia
y la opulencia generan conflictos personales pues degradan la salud mental
–sicología- No podemos callar estas cosas.
El capitalismo es generadora de la crisis de
valores en las familias. Los únicos valores que tiene el capitalismo son la
violencia, la ganancia, el dinero, la mentira, el egoísmo, la calumnia, la
competencia desleal, el individualismo, el control y la destrucción. A través
de la educación y los medios de comunicación, esos valores son instalados en
las familias y las mentes de las personas, que contradicen el valor del amor,
la amistad, la solidaridad, el respeto, la fidelidad, la sinceridad, etc.,
creando un ser humano totalmente inestable, muy débil en su salud mental.
Con violencia, el capitalismo nos mete miedo,
lo instalan en nuestro cerebro. Lo usan cuando quieren para imponernos sus
propósitos, con violencia y miedo nos callan y someten. Ese miedo lo mantienen
con la religión, sus películas de terror, sus invasiones militares, la
educación, la cultura y sus leyes. Con el miedo alargan la agonía y caducidad
del sistema.
PAGAR 930
SOLES COMO MÍNIMO VITAL ES VIOLENCIA
La violencia no solo es su brutalidad policiaca
y criminalización de las protestas, sino el aumento de la pobreza, de niños
mendigos, enfermos que deambulan por los hospitales sin atención, empresas
mineras que no pagan impuestos y contaminan nuestros ríos, niños intoxicados con leche que no es leche, politiqueros
y burócratas que usan sus cargos como agencia de corrupción. Etc.
Por
todos los medios de comunicación nos amamantan con cultura de violencia,
entonces los capitalistas gritan a grandes voces: “que se expidan leyes donde los niños y jóvenes tengan que ir a la
cárcel por sus delitos o acciones delictivas”, “que se construyan más cárceles”.
Ningún cabeza de capitalista piensa, que la
violencia se ha de resolver con una sociedad más justa, con salarios de acuerdo
al costo de vida, hasta que desaparezcan la carencia y la opulencia y se forje
una sociedad equilibrada.
Considerar, que tanto la carencia como la
opulencia, generan problemas de salud mental, en ese sentido, los obreros, los
trabajadores y todos los que garantizan la producción de la riqueza sin ser los
“dueños” y tener el más bajo rango,
deben recibir un salario de acuerdo al costo de vida y un plus de recreación.
En este sistema actual, un ser humano joven y mayor de edad, obrero, para vivir
sin sobresaltos, estrés y malos pensamientos, necesita ganar un promedio mínimo
de 5 mil soles. Eso sin contar otras necesidades vitales y necesarias. Es
violencia del sistema que gane sólo 930 soles mensuales.
¡Qué cosa! -gritará el capitalista-, ¿mi
obrero ganar S/.5000 mensual?, pero que te has creído. Eso disminuye mi capital
en millones de soles. Si eso es así, tendré que aumentar el precio de mis
productos al consumidor. El egoísmo burgués y la brutal indiferencia hacia los
sufrimientos de los demás, no permite que se cumpla esta verdad. Además ellos
controlan el Estado, los gobiernos de turno y el poder económico. El obrero
sometido, controlado y temeroso, también le parecerá excesivo que gane así,
pues le han adaptado a la vida de sufrimiento y creer que es pobre porque es
flojo, pese a que sabe que no es cierto, pues trabaja hasta horas extras para
sobrevivir.
El aumento de la violencia, la delincuencia,
la corrupción, la desintegración de las familias, el consumismo, la
drogadicción y el alcoholismo, pasando por la pornografía, la pedofilia y otras
aberraciones sexuales, son culpas del capitalismo y su degeneración senil.
El capitalista, jamás estará a favor de los
obreros y trabajadores, pese a que forman parte de su mercancía y fuerza de
trabajo más valiosos. El capitalista, -está demostrado hasta la saciedad-, que
utiliza la violencia como arma de control, a ellos no les interesa frenar la
violencia, muy por el contrario la atizan, les conviene porque es su correa de
trasmisión para sembrar el miedo y desmoralización en la sociedad más pobre y
criminalizar las protestas.
LA TV ES
VIOLOENCIA
El capitalista, lejos de frenar la violencia,
la genera; desempolva la cultura medieval e impulsa la religión, propaga el
morbo y la perversión, el vedetismo y homosexualismo como modelo y chisme, la
violencia degradante y el misticismo, las supersticiones de todo tipo, pone de
moda lo horripilante y monstruoso, la astrología y la suerte mística, con todo
ello, penetra descaradamente en nuestros hogares a través de los medio masivos
de comunicación principalmente la TV y el cine, promueven libros plagados de
morbosidad, sadismo y masoquismo, de tal manera que cuando veamos en la vida
real lo que hace y significa el capitalismo como sistema morboso, sádico,
violento y genocida, nos perezcan normales.
La violencia del sistema disocia nuestra
personalidad, destruyendo el autocontrol y regulación de nuestras emociones,
generando permanentes crisis personales y familiares por ello nos volvemos más
violentos y nos crean “enfermedades” como negocio: depresión, bulimia,
anorexia, impotencia, bipolaridad, obesidad etc., y no paran de fabricar pastillas para estos
males, pastillas que nos vuelven más neuróticos. Hay pastillas hasta para la tristeza y la
alegría. Así funciona el Sistema Capitalista.
SOLO NOS
HACER VER VIOLENCIA DE LOS DE ABAJO
La violencia del sistema nos enseña a no ver
lo que estamos viendo, sólo nos hacen ver la violencia de los de abajo,
maltrato familiar, feminicidios, golpizas, violaciones, etc.; la violencia de
los de arriba se las ignora o pasan por blandas y aisladas, santas y puras. judicialmente
los jueces siempre salvan a los de arriba, no ir a la cárcel tiene un precio,
la libertad tiene un precio; sus gobiernos no escuchan al pueblo, criminalizan
sus justos reclamos, infiltran y siembran violencia en sus movilizaciones para
justificar terrorismo y represión. Además la exclusión, la pobreza, el hambre,
la explotación, la publicidad comercial, el bajo presupuesto a la educación y
cultura, son formas de violencia del sistema. Por ejemplo, en el Perú 10
millones carecen de agua potable, en Lima, más de 2 millones carecen de este
servicio (Según el Movimiento Peruano sin Agua). Según la OMS, 1620 millones de
niños en el mundo, menores de 5 años sufren de anemia. En el Perú más del 14%
-según MINSA- ENDES 2014-. Es decir más de 4 millones 400 mil niños tienen
anemia en el Perú. En 4 años estás cifras han subido que el MINSA se cuida en
no rebelarlos.
Frente a esta violencia del sistema surge el
derecho fundamental del pueblo a la indignación y la rebelión. Tenemos la única
alternativa clara y sin reservas: transformar la violencia en humanidad, para
ello, investigar, interpretar y transformar este sistema capitalista de
violencia en una mejor, más sana y humana. Fomentar el libro y la lectura sana.
Un hecho extraordinario, que las nuevas generaciones han de concretizarla.
Nosotros tenemos que crearles el cimiento.
NOTAS:
*GUEVARA
ÁVILA Hugo: Las Revoluciones Burguesas (1991)