PEDAGOGÍA PARA LA TRANSFORMACIÓN Parte XXI
-Crisis de la educación: causas y soluciones-
Por Carlos Villacorta Valles
odesi12@yahoo.es
3.22. TRANSFORMAR LA AUTOMATIZACIÓN MENTAL
ACTUAL, EN MOVIMIENTO Y RAZONAMIENTO,
CON EL ANÁLISIS Y LA SÍNTESIS.
En la Edad de la Piedra seguramente habría
un júbilo revolucionario porque alguien descubrió la fabricación de un palo con
piedra amarrada a la punta como arma de defensa, y todos querían aprender,
porque ello implicaría un cambio en su manera de vivir.
Ahora son pocos los que se conmueven con
la iniciativa ajena, incluso hasta se oponen
y ponen más bien piedras y palos en el camino del cambio. Son pues los
valores capitalistas los que priman: El individualismo y el egoísmo como sus
principios básicos.
Por otro lado, el hombre ha llegado al
punto de manejar más la técnica y la máquina, es decir más habilidad manual y
de procesos, que mental. Una sola máquina con su energía ha remplazado a 100
obreros o trabajadores. El oficinista va cediendo a la calculadora, el teletipo
remplaza al mensajero, las computadoras pretenden remplazar a los maestros,
etc.
El desarrollo de la
automatización como capacidad de realizar nuestras actividades sin gran
esfuerzo mental, nos está convirtiendo en robots. Si bien son grandes adelantos
tecnológicos, pero para una ínfima minoría que se vuelve más rica, en un descarado proceso de repartición
individualista; manteniendo inclusive los procesos de trabajo de los de abajo
como simples mecanismos rudimentarios de producción para autoconsumo y pequeña
comercialización.
El
Dr. Hugo Salinas Gonzales (2018) en su nuevo libro, “MANUAL DEL ACTIVISTA, cómo
construir una nueva sociedad y una nueva economía”, nos señala:
“Como consecuencia
de los efectos perversos de la instalación de la Repartición Individualista, en
situación de dependencia, los países llamados del Tercer Mundo sufren de un
significativo atraso en las formas de trabajar. Este es el caso del Perú, por
ejemplo. Al interior de sus zonas selváticas, existen grupos sociales que se
reproducen con el Proceso de Trabajo con Herramientas. Una manera de trabajar
que data de casi los orígenes de la Humanidad. Siguen utilizando la lanza, la
flecha, y otras herramientas de trabajo para constituir su canasta de alimentación.
Y su cuadro de vida traduce ese nivel de desarrollo tecnológico. En las zonas
altas del Perú, superviven grupos sociales en base a la chaquitaklla para
roturar y hacer producir la tierra cultivable. Buen número de esos grupos
sociales han introducido el buey y el arado para hacer producir la tierra
cultivable. En cualquiera de los casos, su forma de trabajar corresponde a los
Dos Procesos Naturales de Producción. 53 Estos grupos sociales se reproducen
con la agricultura y la ganadería al estado primario. Una forma de trabajar
antigua de diez mil años en la evolución de los procesos de trabajo a nivel
mundial. En ambos casos, tanto al interior de la selva peruana como en los
Andes peruanos, el cuadro de vida de los grupos sociales refleja los bajos niveles
de productividad de los procesos de trabajo que ellos utilizan para resolver
sus necesidades vitales en alimentos, vestido, vivienda, salud, educación, y
otros”. (Pág. 52)
Pero lo que más nos debe preocupar es
que, las actividades humanas y mentales, también cada vez más se van
automatizando. Hay un proceso de automatización mental en desarrollo: Empezamos
a hacer las cosas sólo porque hay que hacerlo y sólo lo que me corresponde. En
todo caso, si me dicen lo hago y si no mejor para mí y, a veces, aunque me lo
digan no lo hago.
Para provecho de nuestro pueblo, tenemos
que superar este estado mental, esforzar nuestro cerebro, aprendiendo el
análisis y la síntesis, que son mecanismos intelectuales, apoyados por el
funcionamiento de nuestra percepción de la realidad y, que nos llevan a sacar
nuestros propios juicios de valor, analizar ideas y conceptos y saber también
elaborarlos, analizando primero para luego sintetizar. Es decir saber mirar los
hechos y sus posteriores consecuencias. Superar mi pasividad y mis temores y
unirme siempre a mis pares, para realizar grandes cosas y, por qué no,
conquistar la justicia. Debo recuperar mi conciencia racional y superar mi
automatismo mental. Sino ¿Qué tipo de alumnos voy a estar formando?
En esencia, con el análisis abrimos la
realidad, la descubrimos en todos sus aspectos,
problemas y necesidades y, con la síntesis construimos, producimos,
creamos y sobre todo comprobamos en su esencia para luego transformar.
La suplantación del hombre por la máquina
también es un factor estresante, ver que una máquina me deja en el desempleo no
es poca cosa. No hay que ser pesimistas con esta afirmación. Nos tenemos que
preparar para trabajos cada vez más complejos, mejorar el nivel de educación de
la sociedad ¿De qué nos sirve tanta y nueva tecnología si no tenemos capacidad
para utilizarla a nuestro favor?
La mayoría de los seres humanos, llevamos
la carga en silencio, miramos impasibles lo que sucede a nuestro alrededor y no
tenemos capacidad de respuesta frente al sistema, nos aislamos de los
acontecimientos sociales, culturales, educativos, políticos, ideológicos,
sindicales, barriales, etc. Y nos dejamos absorber sólo por nuestros intereses
personales. Nuestro “Yo” nos esclaviza y nos vuelve autómatas compulsivos. No
me importa la indignidad humana, porque yo mismo soy indigno al despreocuparme
del mundo y sus avatares; me van a parecer imposible sus soluciones.
La incapacidad de situarme
frente a la realidad me convierte en autómata. Me neutraliza y, en otros casos
me convierte en defensor del sistema. La misma religión me conduce también por
esos caminos.
Recordar que, la salud mental significa
actitud equilibrada para captar mi
realidad y la realidad de los demás, y, es lo que me hace amar a mis
semejantes, sobre todo a los que sufren, para buscar su bienestar. El sistema
capitalista jamás generará esta virtud; no lo puede hacer, porque se basa en la
explotación de la fuerza de trabajo de los demás.
3.23. TRANSFORMAR LA MENTALIDAD DE LAS AUTORIDADES EDUCATIVAS,
MEDIANTE LA CRÍTICA
CONSTANTE Y EL REVOCAMIENTO.
Es común encontrarnos con
“autoridades educativas” cerradas, incapaces de analizar más allá de su
contexto o su espacio o como se dice irónicamente, “más allá de sus narices”.
Simplemente sirven al sistema y a sus gobernantes a pie juntilla.
No les importa o no se dan cuenta de lo que
hacen o simplemente cuidan su puestecito. Respiran normatitis por todos sus
poros. Sea el nivel de su cargo o puesto donde se encuentren, mantienen las
siguientes medidas impropias:
1.- El desinterés por el exiguo salario
docente, que hace del maestro un esclavo del trabajo de la mañana tarde y noche
para sobrevivir, en desmedro de su salud integral, su familia y por cierto la
calidad de la educación.
2.- Existiendo derechos, beneficios, etc.
No los cumplen o los hacen cumplir, ni mucho menos recibe sanción por estos
incumplimientos. Por ejemplo la capacitación general de los docentes, las
reuniones pedagógicas bimestrales, etc.
3.- Mantener la rutina de cumplir normas
a rajatabla, sin permitir adecuarlas a la realidad o ni siquiera mejorarlas.
4.- Iniciar labores del año siguiente sin
siquiera haber hecho el balance del trabajo del año anterior, para corregir
errores.
5.- Aplicar leyes, en nuestro caso, la Ley General de
Educación 28044 y la nueva Ley Magisterial, absolutamente declarativas,
poéticas y fantasiosas y que nadie cumple.
6.- Mantener fuera de orientación y
asesoramiento psicológico a las instituciones educativas, pese a los múltiples
problemas de aprendizaje, problemas de conducta y pandillaje, la crítica salud
mental del número cada vez creciente de docentes. Ni siquiera por redes hay un
centro psicológico gratuito.
7.- La voluntad politiquera de colocar
sólo “amigos”, partidarios, familiares y “especiales” y “colaboradores”, que no
saben ni lo que van a hacer en las entidades públicas educativas.
8.- Se aumenta horas y semanas de trabajo
sobre lo mismo y, sin pago alguno, como el caso de los maestros, confundiendo
cantidad con calidad.
9.- Declarar o ampliar feriados sólo
pensando en las ganancias que tendrá la empresa privada, sobre todo las de
turismo.
10.- Seguir llamando “desertores” o
“deserción escolar” a los niños que no pueden asistir a clases por razones
económicas y de trabajo infantil. “Desertor” es un término castrense, que se
les da a los traidores o los que huyen de los cuarteles. El término correcto es
expulsado por el sistema. Otros prácticamente son excluidos.
11.- Insistir en modelos pedagógicos del
exterior que ya son historia en esos
países con más de medio siglo.
12.- Mantener las IE, sin bibliotecas,
talleres y laboratorios, etc. En todo caso sin implementar.
El sistema es lo que les permite
parasitar impunemente.
El capital humano se
entiende como el aumento en la habilidad de producir más y mejor el trabajo y,
de los trabajadores, alcanzado con medidas que mejoran la capacidad del
trabajador. Esto lo tienen que hacer indudablemente los jefes o funcionarios de
las diferentes instituciones sean públicas o privadas. Sin embargo, como no les
pasa nada, no lo hacen.
Lo descrito se puede ajustar
tranquilamente a todas las instituciones de los diferentes sectores de la
producción.
Indudablemente es hora de
la educación transformadora. Empezando por nuestra autoeducación como docentes.
Es hora de educar al educador.
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