Palabra de Carlos Villacorta Valles
El triunfo de Ollanta Humala en las elecciones de Perú en la primera vuelta del 10 de abril no pueden ser presentadas por los medios con simpatía, sino con preocupación, porque representa el fracaso del modelo económico liberal que enriquece a unos cuantos y empobrece a la mayoría.
Los liberales, incluido el “novísimo” liberal Alan García Pérez no hacen más que ladrar su rencor por las esquinas y fabricar sus psicosociales de siempre traídos por la CIA e implementados por Montesinos en la funesta década del 90 y que ahora nuevamente regresan, con una prensa totalmente vendida a esos intereses.
Nos invade entonces un liberalismo desenfrenado, cuya esencia es la fantasía ideológica sin ser pensamiento alguno, sólo se preocupan de sus ganancias y ven en la hija de la corrupción Keiko el mal menor para la segunda vuelta. A ellos no les interesa los derechos humanos, el autoritarismo, las afps, la corrupción, los derechos laborales, aumento de salarios en esencia, no les interesa los demás, menos los pobres, sólo sus ganancias.
Todos los liberales saben perfectamente que el desarrollo económicos es el desarrollo de sus empresas y que la cultura y la educación son instrumentos que sirven para hacer creer a la gente que el desarrollo es del Perú; por ello le dan mucha importancia a las apariencias, por ello compran los medios de comunicación y a sus periodistas, por ello nos hacen creer que están reformando la educación y la cultura, cuando lo que están haciendo es controlarlo más, controlarnos a nosotros y manejar nuestras mentes.
Repiten constante mente y hasta la saciedad de la necesidad de un gobierno que genere confianza, ¿confianza para qué? – dicen de los logros- ¿logros a favor de quién? ¿Quién se está beneficiando de esos supuestos logros? Sólo ellos, al pueblo sólo le dan apariencias, le venden ilusiones y consumismo despiadado.
A los liberales les interesa un pepino lo que un gobierno puede hacer por los demás, sino a favor de ellos y sus ganancias, pero si les interesa la cantidad de apariencias e ilusiones que pueda vender un gobierno, cuando Alan García habla o da una conferencia, lo hace a nombre de ellos, digitado por ellos, aparentan ser buenos, “capaces de garantizar la seguridad y la libertad”, cuando es lo contrario, han gobernado nuestro país desde 1821 y nada de lo que prometen han cumplido.
Nunca querrán una sociedad culta y educada, menos unida y el verdadero progreso económico de todos, porque eso atenta contra sus intereses.
El día que nuestro pueblo comprenda esta verdad, comprenda que es la mayoría y que los liberales siempre los desunen y utilizan para sus protervos fines. Ese día el pueblo peruano será libre y el Perú será para todos. Francamente no es difícil comprenderlo, sólo es cuestión de saber mirar, observar y no dejarse llevar por los medios de comunicación, buscar los escenarios correctos y organizarnos donde podamos ejercer nuestra libertad.
La literatura, los poetas y escritores no podemos estar al margen de esta constatación porque somos de carne y hueso, hasta somos la parte más sensible de la sociedad. Poeta que no siente la necesidad de su tiempo y de su pueblo, es un poeta mediocre.
La literatura, los poetas y escritores no podemos estar al margen de esta constatación porque somos de carne y hueso, hasta somos la parte más sensible de la sociedad. Poeta que no siente la necesidad de su tiempo y de su pueblo, es un poeta mediocre.
estas en lo cierto
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