Como el Día del maestro debe ser todos los días, les dedico este momento poético:
Nunca más maestro
Nunca más maestro
tu mirada deslucida
si levantas la luz de tu voz.
Nunca más maestro
tu salario helado de un solo día
si juntas tu grito a los demás.
Nunca más maestro
tu agonía existencial
si en la acción forjas tu consciencia.
Nunca más maestro
la injusticia pisará tu dignidad
si desafías tu indiferencia
y callas la carcajada del infierno.
Nunca más maestro
de tus vestidos la tristeza sarcástica
si te vistes de esperanza y orgullo auroral.
Nunca más maestro
te atrevas a dudar de tu propia voluntad.
Tus niños están ahí, esperándote como
tiernos manantiales por una patria mejor.
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