EL ABANDONO
HISTÓRICO A LOS MAESTROS CESANTES Y JUBILADOS EN EL PERÚ:
UNA DEUDA
MORAL, POLÍTICA Y ECONÓMICA
Por Carlos Villacorta Valles
carlosvillacortavalles@gmail.com
Julio/24/2025
Diario Regional AMANECER,
Moyobamba-San Martín.
LOS PASOS DEL MAESTRO EN EL
LABERINTO DE LA PATRIA AUSENTE
Desde los albores de la República hasta el presente, el docente peruano ha
sido uno de los actores sociales más determinantes en la formación de
ciudadanía, cultura y soberanía nacional. Sin embargo, paradójicamente, ha sido
también uno de los más maltratados, precarizados y silenciados por las
políticas estatales, no solo en sus magros salarios, sino en las leyes
restrictivas, las reformas sin participación, la sobrecarga laboral y el
desprestigio sistemático promovido desde los medios y los gobiernos
neoliberales.
Docentes de inicial, primaria y secundaria trabajan hasta 12 horas
diarias reales, -que serían 60 horas semanales-, pero son pagados solo por 30 semanales. Se les exige
ser tutores, psicólogos, gestores administrativos, llenando decenas de
formatos, reportes y plataformas virtuales (SIAGIE, SISEVE, ESCALE).
Los burócratas responsabilizan a los docentes por los bajos resultados
educativos, sin considerar: pobreza infantil, desnutrición, abandono estatal,
currículo inadecuado o exclusión digital. La prensa mercenaria los acusa de
“flojos”, “ideologizados” o “resistentes al cambio”. Políticos de derecha los
usan como chivos expiatorios para justificar privatizaciones o recortes. Este
desprestigio es el miedo a que el maestro asuma una cultura crítica y
transformadora.
PATRIA ROJA,
SINDICALMENTE, ES UNO DE LOS RESPONSABLES DE LA SITUACIÓN DEL MAESTRO
Reivindicativamente y desde una perspectiva sindical crítica, uno de los
principales responsables de la precarización de la labor docente en el Perú ha
sido el partido político Patria Roja, que durante décadas ha controlado
y controla el SUTEP. En lugar de defender con firmeza los derechos del
magisterio, esta cúpula partidaria ha priorizado el control político y
económico de la Derrama Magisterial, una poderosa entidad financiera del
gremio, traicionando las verdaderas luchas del magisterio nacional.
Ahora, convertidos en los "nuevos ricos", usufructuando de
los aportes obligatorios de los maestros a través de la Derrama, mientras la
mayoría de profesores sufre sueldos indignos, inestabilidad laboral y abandono
estatal. Esta situación refleja una burocratización y corrupción sindical
que ha impedido una verdadera unidad y lucha combativa del magisterio por
mejoras reales, como pensiones dignas, nombramientos justos y respeto
profesional.
Cesa y jubila el maestro y sus penurias se triplican, por ello:
NACE EL
FUNTEP
Para entablar la lucha por pensión justa, acabamos de forjar el Frente
Único Nacional de los trabajadores en la educación y del pueblo: FUNTEP, lo
integran: Ancije, Conadepen, Acje-Lima, Adcejú, Siter-Lima, Sinael Ugel 03,
Conaec-Perú, Simprosase, Fademacop. Invitamos a todos los maestros cesantes y
jubilados a integrarlo, así como a todos los trabajadores en lucha o quieran
luchar por una mejor sociedad, más justa y solidaria.
LA LUCHA NECESARIA POR PENSIONES EQUIVALENTES AL
SUELDO DE UN DOCENTE ACTIVO DE LA PRIMERA ESCALA
Desde 1990, se nos ha precarizado y abandonado completamente ¿Quién puede
vivir con 500 soles u 800 soles, que es la pensión mensual promedio que
recibimos? Actualmente, ya no sobrevivimos, tenemos que escoger o medicina o
comida, ni para eso nos alcanza. Solo nos queda morir luchando por una pensión
justa y digna.
HOY ALZAMOS
LA VOZ DESDE LA NIEBLA, DESDE LA TIZA SECA, DESDE LA PIZARRA ROTA, PARA DECIR:
¡PENSIONES DIGNAS YA!
Exigimos una pensión mensual equivalente a lo que gana un docente en
actividad de la primera escala, que es un aproximado de 3 mil 300 soles. Exigir
al menos este monto no es una utopía: es una exigencia ética y constitucional. El artículo 24 de la Constitución señala el derecho a una pensión que
asegure el bienestar del trabajador en su etapa de cesantía. Si a esto le
agregamos el artículo 4, 6 y 7 de la
misma Constitución, que dice: el Estado protege a las personas de la tercera
edad, pero cuando los maestros envejecemos, cuando los trabajadores
envejecemos, el Estado se vuelve sordo, mudo y ciego.
¿Puede una nación llamarse justa si deja morir en la miseria a quienes la
educaron? ¿Qué clase de república somos si quienes sembramos conciencia hoy
debemos elegir entre medicina o comida?
Con la Ley de Reforma Magisterial, se consolidó el nuevo escalafón docente,
pero nosotros los cesantes y jubilados no fuimos incluidos. Perdimos el derecho
a homologarse con los activos. No solo nos cortaron la pensión, sino también,
el porvenir.
Ahora bien ¿ES POSIBLE FINANCIAR PENSIONES DIGNAS?
Sí, es posible, si existe voluntad
política. El Estado peruano cuenta con diversas fuentes de
financiamiento que pueden sostener una reforma previsional justa. Así tenemos
algunos:
1. Reorientación del gasto público: reducir el gasto en consultorías, altos sueldos de funcionarios,
publicidad estatal y proyectos ineficientes.
- Impuesto a las grandes fortunas y a la renta
minera: se calcula que un impuesto del 1% a las grandes empresas mineras
generaría más de S/ 2,000 millones anuales.
- Recaudación eficiente de la SUNAT: el
Perú pierde más de S/ 60,000 millones anuales por evasión fiscal.
- Lucha contra la corrupción: se
pierden más de S/ 23,000 millones al año por corrupción en el aparato
estatal.
- Aplicar
un impuesto progresivo a las utilidades bancarias y mineras que, en
conjunto, generaron más de S/.
25,000 millones de ganancias netas el año 2024.
- Eliminar
las exoneraciones tributarias abusivas (más de 16,000 millones anuales)
que hoy tributan menos que un maestro.
No estamos contando lo que las instituciones devuelven el dinero no
ejecutado, el MINEDU por ejemplo ha devuelto más de 2 mil millones de soles.
ENTONCES, LO QUE FALTA NO ES DINERO, ES MEMORIA Y JUSTICIA SOCIAL.
Con solo una parte de esos recursos, se podría cubrir el aumento de
pensiones con el salario de la primera escala magisterial. No es un lujo. Es
una reparación. El presupuesto está. Es hora de redistribuir, de priorizar la
educación no como discurso, sino como política de Estado.
Para ello, es fundamental, crear un FONDO
NACIONAL DE COMPENSACIÓN JUBILATORIA DEL MAGISTERIO PERUANO.
Reitero, esto no es solo un problema económico. Es una decisión ética,
política, cultural y constitucional.
Una pensión digna de S/. 3,300
soles mensuales, reitero, no es una utopía, y el Estado, puede pagarla,
si se decide por fin a priorizar la vida y no la especulación, el saber y no la
ignorancia. Porque un país que olvida a sus maestros, es un país condenado a la
ignorancia.
FUENTES:
·
Ministerio de Educación del Perú (MINEDU).
Informes de ejecución presupuestal y escalas docentes.
·
INEI. Estadísticas de infraestructura educativa,
pobreza y salarios.
·
Ley N° 24029 - Ley del Profesorado.
·
Ley N° 29944 - Ley de Reforma Magisterial.
·
Congreso de la República. Leyes de Presupuesto
anual (2012-2025).
·
CEPAL, UNESCO, OIT: estudios sobre trabajo
docente en América Latina.
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