INMENSO DESBORDE POPULAR Y EL FRACASO DE LA REPÚBLICA CRIOLLA Y SU CONTROVERTIDO BICENTENARIO
Por Carlos Villacorta
Valles
Jueves 15/12/2022
Como ciudadano conciente de su rol social, no puedo
mirar impasible lo que viene sucediendo en nuestro país y, desde una mirada
cultural, académica y política. El desborde étnico y popular que estamos
viviendo desde el 7 de diciembre del 2022,-hasta que escribo este artículo, ya
van siete jóvenes campesinos asesinados por las fuerzas militares- se inició
desde la asunción en las encuestas del candidato campesino indígena Pedro
Castillo, en las elecciones de junio 2021, recrudeciéndose cuando pasó a la
segunda vuelta con la criolla japonesa Keiko Fujimori.
Con el afán de crear controversia, tengo que señalar
una verdad que todos ven y nadie quiere decirlo: la lucha de clases en el Perú,
desde 1821, aparte de lucha por el poder económico, tiene ribetes raciales. A
pesar que en unas elecciones solo están en juego quiénes van a servir mejor a
los que controlan el poder económico, las elecciones de junio 2021, han tenido
un patético tinte racial. Estas elecciones, muy lejos de ser “una fiesta
democrática”, terminó siendo una escandalosa contienda racial, por ello, desde
que ganó Pedro Castillo, y al principio de su mandato, fue objeto de violencia
económica y racial, con el fin de sacarlo del gobierno, por su condición de
campesino indígena y pretender representar a los de abajo, los oprimidos.
El desborde popular actual, nos muestra con meridiana
claridad, en todo su potencial, las diferencias culturales y raciales que se
mantienen vigentes en nuestro país y, de hecho, el rotundo fracaso de la
republiqueta criolla que nos impusieron desde 1821. Mostrándonos, además, de
manera contundente, que todo lo que está pasando en el mundo y nuestro país,
tiene su sello de clase.
UN FRACASO MÁS DE LA REPÚBLICA
CRIOLLA
El racismo que no se combate; el enfoque intercultural
que se lo toma como conciliación de clases, la nula valoración de nuestras
lenguas ancestrales, el incesante crecimiento del individualismo y egoísmo en
contra de los derechos colectivos, son muestras claras del fracaso de la
republiqueta criolla. Siendo el bicentenario un saludo a la bandera, el cual
está en completo silencio.
Por otro lado, “la viveza
criolla”, herencia del comportamiento colonial, ahora recrudecida con la
galopante corrupción y el narcoestado, se ha mostrado patética con la aparición
en la politiquería de gente que ni la mano querían dar al campesino indígena
Presidente Constitucional Pedro Castillo y que se mostraban sin ningún pudor y
vergüenza, pues ese comportamiento colonial parece común en esa indeseable
gente.
Claro está, también, este
rotundo fracaso de la República criolla, cuando solo un 1% se enriquece y
supuestamente se formaliza contra más de ese 75% de la PEA que es informal, con
más de 10 millones de peruanos que viven sin una gota de agua potable, pero lo
que es peor, cómo el crimen organizado en la CONFIEP controla nuestro país,
quienes son dueños de los medios de comunicación, bancos, inmuebles y alimentos
que se venden en nuestro país, mientras el 82% de campesinos no tienen acceso
al crédito agrario.
Ahora, nos vienen con su
viveza criolla de no reconocer cuando un campesino o un indígena les gana en
las elecciones y utilizando toda su maquinaria violentista terrorista para
desconocer su propio juego “democrático” y vacar al que no es de su clase.
Miserablemente nos han
educado para aceptar el racismo, la corrupción con el lema “roba, pero hace
obras”, para pensar que somos libres, para aceptar la inequidad como una cosa
común, aceptar la pobreza como de gente floja y viciosa y pelearnos entre
nosotros.
Así pues, esta conducta y
sentimientos racistas estuvieron presente en las elecciones de junio 2021. Nuestro
pueblo se ha dado cuenta, pero como no ve una salida a la crisis por ese lado,
no tener una vanguardia que lo dirija, sale sin rumbo por las calles, avenidas
y plazas exigiendo nuevas elecciones, sabiendo que vamos a elegir más de lo
mismo, siendo el sentimiento primero la solidaridad con Pedro Castillo,
exigiendo su libertad. También, el grito es: una Asamblea Constituyente para
una Nueva Constitución.
El fracaso rotundo de la
republiqueta criolla es pues no poder ser auténticos peruanos, auténticos
ciudadanos, cuyo desborde popular en estos momentos nos está mostrando
claramente.
Carcomidas
por felipillos, fujicillos, sagradillos,
galancillos,
cosillos, y todos los illos, nos vendieron y nos venden
Pero
que felipillos para más felipillos
Somos
territorio sin peruanos
Somos
peruanos sin territorio
Somos
nación sin existencia
Somos
existencia sin nación
Somos
fertilidad de otros dominios
Somos
dominio sin dominios
Somos
memoria sin despedidas
Somos
memoria por rescatar
En
cada grano de maíz,
masticamos
el manantial
de
la razón a la nación originaria
soñando
los abrazos auténticos
y
cuando los ojos abiertos,
precipiten
su ternura combativa,
cada
árbol, cada río, cada piedra,
volverán
a ser nuestros, nuestra la nación
Amaremos
al martillo y a la hoz,
la
ciencia y la consciencia,
la
riqueza y la alegría,
por
fin serán de todos,
-según
capacidades y necesidades-
y
el hombre y la tierra,
nuevamente
viviremos abrazados
Mientras
tanto
El
Perú es un grito de contienda
El
Perú es una soberbia proclama acrisolada
El
Perú es luz con un pie fuera de la noche
El
Perú es nación pendiente de libertad y alegría
El
dios Inti comedido nos dejó el corazón
encendido
para descolonizar nuestro destino
Solo nuestro pueblo
organizado ha de buscar los mecanismos de participación firme y contundente con
la forja y construcción de una nueva sociedad. Desterrando el odio racial, la impunidad, la
injusticia con una educación transformadora que involucre a los padres de
familia y la comunidad. Considerando que el problema es estructural y, tiene como base la invasión genocida española que
fracturó nuestro legítimo desarrollo, dejándonos una herencia colonial
permanente y, los que controlan nuestro país solo nos llevan a mirar los
SÍNTOMAS, no las CAUSAS, que permanecen incólumes.
Ahora bien, ante la cohesión corrupta de los enemigos
de nuestro pueblo y sus medios de comunicación, cohesionemos nosotros la
reserva moral del Perú. Así, venimos forjando la Asociación INTEGRACIÓN DE LOS
TRABAJADORES DEL PERÚ (ITP), para estimular la ayuda mutua, la investigación,
la ciencia, el talento creativo de todas las edades, etc. Estás invitado.
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