jueves, 12 de noviembre de 2020

ES POSIBLE UNA REGENERACIÓN MORAL Y POLÍTICA EN NUESTROS PAÍSES

ES POSIBLE UNA REGENERACIÓN POLÍTICA Y MORAL DEL PAÍS 
 Por Carlos Villacorta Valles 
 odesi12@yahoo.es 

 Escuchar que nuestros politiqueros, se llenan la boca hablando de “moral”, “política”, “respeto a la democracia”, “división del país”, “estamos para servir a nuestro país”, “dispuestos al diálogo”, etc., etc., y etc., me motiva a escribir este artículo. 

La vacancia o caída del ahora ex presidente Martín Vizcarra, no es novedad, pues forma parte de la degeneración moral y política que sufre nuestro país desde la genocida invasión española. Simplemente, son luchas de interfacciones o grupúsculos delincuenciales, que se hacen llamar “partidos políticos”, para usufructuar el dinero del Estado que es de todos nosotros y, demostrar quien sirve mejor a quienes controlan el poder económico. 

Ustedes verán que, los reemplazos serán los mismos de ayer, que jamás hicieron nada a favor de nosotros. Entonces, qué defendemos ¿a Vizcarra? ¿Al Congreso y a Merino? ¿La democracia? ¿El Estado de Derecho? ¿La Constitución del 93? ¿La política económica? ¿Qué han hecho por nosotros para que merezcan nuestra defensa? ¿Ya basta de ser víctimas de la manipulación! Ellos ayudan solo a sus “partidarios”, sus amigotes y a la coima. 

Desde el momento en que “no hay presupuesto” para educación, cultura y salud en sus dos aspectos: física y mental, un país va en caída libre a su degeneración total. Seguramente, porque, el dominio de la educación, eleva nuestro nivel cultural y, nos conduce a un alto dominio de la lectura, por tanto, mayor comprensión de la política y alta moral y dignidad que, son aspectos fundamentales para la construcción de nuestra identidad individual y colectiva, claves a la vez, para una consciente participación ciudadana en las cuestiones públicas y, eso, no conviene a los que controlan el poder económico, y desarrollan una execrable cultura de la incultura. 

PERO ¿QUÉ ES MORAL, POLÍTICA Y REGENERACIÓN? 

Acudiendo al diccionario definiremos que, moral, palabra de origen latino, proviene del término moris (“costumbre”), en ese sentido, pertenece al ámbito de las costumbres y acciones de los seres humanos que saben perfectamente lo que está bien y lo que está mal referente a su vida personal y sobre todo de la colectividad. Así, moral, será el conjunto de costumbres, creencias, valores y principios de una persona o de un grupo de personas, para actuar bien y hacer el bien. 

De manera general, la moral, regula y equilibra el comportamiento de una persona y de la sociedad. Por su parte, la ética, es la conciencia y la reflexión sobre lo positivo y negativo de esos comportamientos en comparación con los otros; asumimos entonces, que la moral es la práctica, y la ética, la filosofía de esa práctica. 

Política, es el arte y la doctrina para gobernar un país, es decir, es la actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos, el Estado. 

Regeneración, es dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo. 

Visto las definiciones, notaremos que, ni moral ni política se practica en nuestro país, se hace todo lo contrario. Toca, en ese sentido, transformar profundamente, las raíces estructurales de nuestro país, ya no basta sólo interpretarlas y denunciar. 

ES POSIBLE LA REGENERACIÓN MORAL Y POLÍTICA DE NUESTRA PATRIA 

No es posible en este sistema, donde siempre se va los síntomas y no a las causas y, la causa profunda y evidente es el propio sistema, donde se habla del deber y las obligaciones de palabra y de hecho se hace daño al otro, en ese sentido, nos queda desmontar y desenmascarar este sistema y a sus “gobernantes”, que nos mienten descaradamente, “que trabajan para nuestro país”, cuando los hechos dicen lo contrario. 

Así, la omisión práctica del deber, significara la violación de nuestros derechos fundamentales; eso es inmoralidad que acaba en politiquería y, haciendo de la democracia un slogan y, al Estado, una banda de delincuentes. 

Por tanto, nunca habrá regeneración política, si la moral no se regenera, ambos van de la mano y, sin atacar sus causas. Cómo puedes curar una enfermedad sin atacar sus causas, imposible ¿no es cierto? Queda, como digo, una lucha sin cuartel contra este sistema, que es la causa, en perspectiva de una mejor sociedad. 

¿Y CÓMO ES ESTE SISTEMA? 

Este sistema que estamos viviendo es el capitalismo, sistema que pone en primer orden al dinero y, el ser humano una mercancía más que hay que exprimir hasta la última gota de sangre. En los hechos está demostrado que, la democracia no garantiza ni la libertad, ni la prosperidad, ni cultura, ni educación, ni la salud, ni lectura, de los de abajo, los trabajadores. 

La televisión es un instrumento en contra de la lectura y, la Internet, exceso de información en contra de la lectura; ambos, han reemplazado a los padres y a los docentes. 

En este sistema capitalista, los ciudadanos, principalmente los trabajadores estamos alienados, no desarrollamos todo nuestro potencial humano, porque los que controlan el poder económico, no lo permiten, les interesa siempre tenernos reducidos al papel de mirones, chismosos y, en el peor de los casos, bestias de carga o máquinas insensibles a los problemas sociales.


 

Nos tienen como seres humanos indiferentes, sin análisis crítico y, lo peor, peleándonos entre nosotros. Esa es la cosmovisión del capitalismo, para seguir explotando nuestra fuerza de trabajo como una mercancía más. Trabajamos y producimos colectivamente la riqueza sin chistar y ellos, unos pocos se apropian y disfrutan de lo que nosotros producimos, porque dizque ellos son los dueños. 

Ellos son el 1% de la población, pero se han apropiado del 99% de las riquezas. Imagínense la fuerza descomunal de nuestro pueblo si se llega a dar cuenta que en sus manos está la historia para transformar el mundo, somos el 99% para regenerar moralmente y políticamente el mundo, nuestras sociedades. 
Así cayo el esclavismo, el feudalismo y, así tiene que caer el presente capitalismo. 

¿Y CÓMO SERÍA POSIBLE UNA REGENERACIÓN MORAL Y POLÍTICA? 

Partamos de lo que dijo hace más de un siglo, Manuel González Prada, y todavía sigue vigente: “Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra”. Es un ardoroso llamado a la juventud, para que tome el destino de nuestros pueblos en sus manos, por supuesto, no es un desprecio a los adultos, simplemente es una metáfora, porque nuestros jóvenes actuales no tienen buenos referentes adultos que le merezcan algún respeto. 

Para lograr esta tarea, los jóvenes, tienen que primero romper con su actual situación de alienación y aislamiento social y elevarse sedientos de sueños e ideales, y ser cuando adultos, los referentes a seguir. La generación actual de jóvenes, deben trazar el camino, transformando su propia educación en autoeducación, que es la apelación más válida actualmente. 


Los jóvenes no deben olvidar que, estamos viviendo un sistema en crisis estructural donde el conformismo nubla la capacidad crítica y, considerar que solo una actitud crítica y reflexiva frente a los hechos actuales, es posible imaginar con objetividad, una regeneración moral y política de nuestro accionar y curarnos finalmente del cinismo, la calumnia, y la hipocresía que caracterizan a nuestros adultos “gobernantes” de hoy; y que nos llenan de injusticias, impunidad y violencia. 

En ese sentido, repito textualmente lo que dije más arriba: el dominio de la educación, eleva nuestro nivel cultural y, nos conduce a un alto dominio de la lectura, por tanto, mayor comprensión de la política y alta moral y dignidad que, son aspectos fundamentales para la construcción de nuestra identidad individual y colectiva, claves a la vez, para una consciente participación ciudadana en las cuestiones públicas y, eso, no conviene a los que controlan el poder económico, y desarrollan una execrable cultura de la incultura. 

Decía Johan Wolfgang von Goethe: "Vivir en el mundo ideal, consiste en tratar lo imposible como si fuera posible". El capitalismo se está autodestruyendo, solo no queda organizadamente, principalmente a los jóvenes, tomar la posta y empezar a construir una mejor sociedad, llame lo que se llame. 

El asunto es, que, cada quien reciba según su capacidad y según su necesidad, que nadie se muera de hambre y miseria y, mucho respeto a la niñez y a la vejez. Eso, sucede actualmente, ¡claro que no!

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