viernes, 8 de agosto de 2025

LA DEMOCRACIA ES UN FRAUDE, NUNCA LO TUVIMOS, NI EN NINGUNA OTRA PARTE. PLUTOCRACIA ES LO QUE TENEMOS.

 

LA DEMOCRACIA ES UN FRAUDE, NUNCA LO TUVIMOS, NI EN NINGUNA OTRA PARTE. PLUTOCRACIA ES LO QUE TENEMOS.  

Carlos Villacorta Valles


carlosvillacortavalles@gmail.com

Diario Regional AMANECER, Moyobamba-Región San Martín.

“La democracia es el poder del pueblo organizado”. “La plutocracia es el poder y gobierno de los ricos”.

En el Perú, el pueblo vota, pero no gobierna. No elige sus políticas. No decide el rumbo del país. Vivimos bajo un régimen de grupos delincuenciales –se hacen llamar partidos políticos- y actúan como operadores políticos de los que controlan el poder económico. El Estado, desde la invasión española, ha sido convertido en botín. La corrupción, el clientelismo, el crimen organizado se han infiltrado en todos los niveles ¿Puede llamarse esto democracia? ¡No! Es plutocracia y cleptocracia, que saquea al país en nombre de una república ficticia.

No podemos seguir llamando democracia a un sistema donde el pueblo solo aparece cada cinco años, para luego ser traicionado por quienes, bajo el manto de la legalidad, -fabricado por ellos mismos-, gobiernan en su contra.

Desde el siglo V a.C., la democracia ha sido una máscara de la dominación y explotación. En Grecia, los esclavos y las mujeres eran excluidos. Solo participaban los privilegiados.

ORÍGENES DE LA DEMOCRACIA

La palabra democracia proviene del griego antiguo: demos (pueblo) y kratos (poder). Fue en Atenas, en el siglo V a.C., donde se implementó una de las primeras formas de gobierno consideradas democráticas. Sin embargo, esta democracia no incluía a la mayoría de la población: mujeres, esclavos, metecos (extranjeros residentes) estaban excluidos de todo. Solo unos 3,000 ciudadanos varones libres podían participar, frente a una población total que superaba los 250,000 habitantes (Hansen, 1999).

Para Moses Finley (1983), esta democracia fue una "democracia de propietarios", sustentada en el trabajo de los esclavos, y por tanto, solo fue democracia para una clase dominante. En palabras de Cornelius Castoriadis (1997), aunque fue un avance revolucionario para su tiempo, contenía en su seno la contradicción de erigirse como democracia sobre la base de la exclusión estructural.

DEMOCRACIA ACTUAL: ¿RITUAL ELECTORAL SIN PODER POPULAR?

En la actualidad, muchos regímenes políticos se autodenominan democráticos por el solo hecho de organizar elecciones periódicas. No obstante, el sociólogo Giovanni Sartori (1997) distingue entre democracia electoral y democracia sustantiva. La primera se reduce al acto de votar, mientras que la segunda requiere la participación efectiva, continua y consciente de la ciudadanía en los asuntos públicos.

Noam Chomsky (2000) y David Held (2006) sostienen que las democracias liberales actuales funcionan bajo una lógica representativa que, en lugar de empoderar al pueblo, lo desactiva políticamente. Se vota cada cinco años, pero luego el sistema político responde principalmente a intereses corporativos, bancarios o transnacionales. En el Perú, a la CONFIEP. Esto refleja una crisis de legitimidad: se participa en elecciones a nombre del pueblo, pero se gobierna contra sus intereses materiales.

En América Latina, Boaventura de Sousa Santos (2010) señala que las democracias han sido “bajas en intensidad”, es decir, desiguales, excluyentes y secuestradas por élites. La ciudadanía popular participa solo como electorado, no como sujeto activo de poder ni de decisión cotidiana.

¿DEMOCRACIA O PLUTOCRACIA?

Carlos Marx (1871) ya sostenía que las democracias burguesas son "formas políticas en las que la clase dominante ejerce su dominio de manera consensuada". El poder económico controla los medios de comunicación, las campañas políticas y el sistema judicial. Por tanto, muchas democracias actuales operan en realidad como plutocracias: gobiernos de los ricos, no del pueblo.

En este contexto, Ernesto Laclau y Chantal Mouffe (1985) proponen una “democracia radical y plural” que recupere la participación directa y colectiva del poder desde abajo.

QUÉ HACER

Una auténtica democracia, necesita no solo votar, sino también participar, deliberar, decidir y construir colectivamente el poder. Sin justicia social, sin igualdad real y sin participación permanente, la democracia no pasa de ser una ilusión formal.

Para que la democracia sea real y verdadera, se necesitan transformaciones profundas en diversos niveles. Aquí algunos pilares fundamentales:

1. DEMOCRATIZAR LA ECONOMÍA

  • Redistribución de la riqueza: la concentración de riqueza impide la igualdad y niega derechos.
  • Control social de los recursos estratégicos: servicios básicos como salud, educación, agua, energía y medios de comunicación deben estar al servicio del pueblo, no del lucro privado.
  • Presupuestos participativos y economía popular solidaria: permitir que la ciudadanía decida directamente sobre el destino de los recursos públicos.

2. DEMOCRATIZAR EL PODER POLÍTICO

  • Reformas constitucionales desde el pueblo: la constitución debe nacer del poder constituyente popular,
  • Revocatoria real y consulta popular vinculante: mecanismos directos para controlar a los representantes elegidos.
  • Descentralización con poder real: gobiernos locales y regionales con competencias y recursos suficientes.

3. DEMOCRATIZAR EL SABER Y LA EDUCACIÓN

  • Educación crítica y liberadora: como propone Paulo Freire, que forme ciudadanos conscientes, no repetidores de dogmas.
  • Acceso libre al conocimiento y a las tecnologías: romper con el monopolio informativo y digital.
  • Medios de comunicación públicos y comunitarios: para que el debate y la información no estén controlados por grandes intereses.

4. DEMOCRATIZAR LA JUSTICIA

  • Independencia real del Poder Judicial: que no esté al servicio del poder económico o político.
  • Justicia intercultural y comunitaria: reconocer y fortalecer las formas de justicia de los pueblos originarios.
  • Lucha frontal contra la impunidad y el lawfare: que no se criminalice a líderes sociales ni se proteja a corruptos.

5. FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN POPULAR PERMANENTE

  • Organización de base: sindicatos, colectivos, comités vecinales, asambleas populares que controlen a los poderes del Estado.
  • Democracia deliberativa y directa: más allá del voto cada cuatro años, debe haber mecanismos de decisión cotidiana desde abajo.
  • Juventud, mujeres y pueblos originarios como protagonistas: no como cuotas decorativas, sino con poder efectivo.

BIBLIOGRAFÍA

  • Castoriadis, C. (1997). La democracia como procedimiento y como régimen. Paidós.
  • Chomsky, N. (2000). El lucro o la vida. Crítica.
  • Finley, M. (1983). Democracy Ancient and Modern. (Democracia antigua y moderna). Rutgers University Press.
  • Hansen, M. H. (1999). The Athenian Democracy in the Age of Demosthenes. (La democracia ateniense en la época de Demóstenes). University of Oklahoma Press.
  • Held, D. (2006). Models of Democracy. (Modelos de democracia) Polity Press.
  • Laclau, E., & Mouffe, C. (1985). Hegemony and Socialist Strategy. (Hegemonía y estrategia socialista). Verso.
  • Marx, K. (1871). La guerra civil en Francia.
  • Santos, B. de S. (2010). Refundación del Estado en América Latina. Siglo XXI.
  • Sartori, G. (1997). Teoría de la democracia. Alianza Editorial.
  • Hildebrandt, C. (2022). La república impune. Lima: HJ Editores.
  • Mariátegui, J. C. (1928). 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.

 

3 comentarios:

  1. Muy interesante. Todo político que ambiciona csrgos públicos debería leerlo.

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  2. Interesante la propuesta de la democratizacion de al sociedad peruana es un gran paso que debemos dar para poder desarrollar nuestra nación. En todos los campos se debería permitir hablar de ello.

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  3. Todo el pueblo lo debe leerlo. No sólo leerlo sino tomar conciencia de su rol político. Excelente artículo que describe y desnuda la realidad sobre la ilusoria y falsa democracia que nos envuelve absortos encubriendo la plutocracia reinante.

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