“BATALLA DE AYACUCHO” O VERGONZOSA “CAPITULACIÓN DE
AYACUCHO”
Por Carlos Villacorta Valles
carlosvillacortavalles@gmail.com
La
farsa independista montada por Inglaterra no termina en el circo del 28 de
julio de 1821, sino el 9 de diciembre de 1824, con la vergonzosa “Capitulación
de Ayacucho”. Así, conociendo está mentira, el Bicentenario resulta una
celebración falaz.
¿QUÉ ES CAPITULACIÓN?
Según
la RAE: Acuerdo firmado entre dos partes
sobre un negocio o asunto”; o “Convenio por el que se estipulan las condiciones
de la rendición de un ejército.
Clarito,
el 9 de diciembre de 1824, supuestamente “última
batalla que sella la independencia del Perú”, no hubo batalla, sino el
último pacto o negocio acordado por el español José de Canterac, en
representación del virrey José de la Serna y el general de división de la
República de Venezuela, Antonio José de Sucre, en representación de Simón
Bolívar. DE LEYENDA, UN MISERABLE
INVASOR ESPAÑOL, CON UN OPORTUNISTA VENEZOLANO REPRESENTANTE DEL IMPERIALISMO
INGLÉS, NEGOCIANDO EL DESTINO DEL PERÚ.
EL NEGOCIADO DE LA “CAPITULACIÓN DE AYACUCHO”
Todos los 18 puntos
negociados, son en contra del Perú. Leamos:
“1. Entrega de todo el
territorio peruano. –Debe entenderse que se entrega a la nueva clase dominante
criolla-
2. Los soldados españoles
podían regresar a su país y el gobierno de Perú debía subvencionar la mitad de
sus sueldos mientras permanecieran aquí, y luego costear sus pasajes.
3. Los soldados españoles
podían permanecer en el Perú y ser admitidos en el ejército peruano si así lo
deseaban.
4. Las personas no podrían
ser incomodadas si previamente habían trabajado u opinado a favor del rey,
siempre que sus conductas no vayan contra las leyes peruanas.
5. Cualquier habitante del
Perú, sea español o americano, eclesiástico, comerciante, propietario o
empleado, podía migrar con su familia a otro país, si así lo deseaba, u optar
por residir aquí, siendo el gobierno responsable de garantizar ese derecho.
6. Se respetaría la
propiedad privada de españoles que se hallaran fuera del Perú.
7. Se concedía el plazo de
un año para que los interesados se acojan al punto 5: cualquier habitante del
Perú podía residir en la república o migrar a otro país.
8. El Perú reconocerá
las deudas contraídas por el gobierno español en el Perú.
9. Los españoles pedían que
los empleados continúen en sus puestos o migrar si así lo deseaban, según los
puntos 2 y 5.
10. El gobierno debía
garantizar que todo soldado del ejército español o empleado que deseara dejar
su trabajo y permanecer en el país sea respetado.
11. Callao -el Real Felipe y
zonas aledañas- “con todos sus seres y existencias” será puesto a disposición
del libertador Simón Bolívar.
14. Para poder salir del
Pacífico, los españoles solicitan pasaportes para todos sus barcos de guerra y
mercantes.
15. Amnistía: los jefes y
oficiales prisioneros de uno y otro bando en la Batalla de Ayacucho y acciones
anteriores serían liberados. Los heridos serían auxiliados por cuenta del
erario del Perú hasta restablecerse.
16. Los generales, jefes y
oficiales podrían conservar sus uniformes y espadas, además de los asistentes y
criados correspondientes a su clase, siempre que se sujeten a las leyes
peruanas.
17. Perú debería facilitar
pasaportes a los soldados del ejército español que deseen migrar, así como a
sus familias.
18. Toda duda de los
anteriores 17 artículos se interpretarían a favor del ejército español,
apelando a la buena fe de los que firman el pacto.
Y ASÍ FUE COMO SE HIZO FLAMEAR LA BANDERA DE LA
VERGÜENZA
Según Virgilio Roel, -historiador peruano-, se les
concedieron tantos derechos que da la impresión de que fueron ellos los
vencedores de Ayacucho.
Estos 18 artículos de la vergüenza, son la primera
prueba fehaciente que la batalla de Ayacucho NUNCA OCURRIÓ. Todo hace demostrar
que tal batalla fue la escenificación de la entrega definitiva de nuestro país
a los ingleses por los mercenarios y masones.
VUELVO A PREGUNTAR
¿Quiénes fueron despojados
de sus bienes con la invasión genocida española? ¿A quién liberó la
independencia? ¿No fue acaso a los “indígenas”? ¿Acaso no se proclamó la
independencia a su nombre? ¿Por qué entonces no se les restituyó sus bienes? Además,
ellos pusieron el pecho abierto en la lucha independista.
Romper
con esa gran paradoja historiográfica oficial, que fueron San Martín y Bolívar
que nos dieron la independencia, cuando fueron dos masones enviados por el
imperialismo inglés para reorientar las rebeliones indígenas independistas a
favor de su capitalismo; con base a dos negociados:
DOS NEGOCIADOS
1.- El de San Martín con el
virrey La Serna, en la hacienda Punchauca, el
2 de junio de 1821, para frenar el
avance de Los Montoneros. El negociado consistía en implantar una monarquía
constitucional en el Perú donde el virrey La Serna sería Presidente, y San
Martín el Príncipe. La amenaza de los montoneros no les permitió cumplir. San
Martín viajó a la Argentina en enero de 1823 para atender a su esposa enferma,
pero antes le entregó a Simón Bolívar la posta del negociado en la famosa
“Entrevista de Guayaquil” el 26 y 27 de julio de 1822.
2.- El de Simón Bolívar, con
la “Capitulación de Ayacucho”. Fue Bolívar que
autorizó a Sucre firmar la vergonzosa capitulación de Ayacucho e inventar una
batalla. Dice Virgilio Roel, ni San
Martín ni Bolívar hubieran tenido éxito, si LAS MONTONERAS no hubieran
combatido a su nombre. Las montoneras confiaron, solo pensaban en liberar a su
pueblo de los españoles, no sabían nada de las malas intenciones de estos dos
miserables mercenarios masones.
FORJAR
NUEVA HISTORIOGRAFÍA
Es
fundamental investigar y forjar nuestra historia verdadera, destinada a elevar
la conciencia crítica de nuestro pueblo; pero hay que tener nuestros propios
historiadores. Es nuestra responsabilidad histórica de limpiar nuestra
historiografía, y, el significado de la Independencia del Perú recupere su verdad. Cada 9
de diciembre tenemos que recordar esta tarea para cumplirla.
FUENTES:
-Guido,
Tomás. La Entrevista de Punchauca. Obtenido de carabayllo.net
- Heraclio Bonilla, Karen
Spalding y otros: La Independencia en el Perú, Las palabras y los hechos.
Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y Campodónico ediciones, Lima, 1972.
Disponible en
http://lanic.utexas.edu/project/laoap/iep/ddtlibro11.pdf
-Pablo Macera: Nueva
perspectiva: Heraclio Bonilla “La Independencia en el Perú”. En: http://rcritica.hypotheses.org/321
Virgilio
Roel Pineda, 1988, La independencia.
Historia general del Perú. Edición propia.
-https://www.servindi.org/actualidad/109633