Roncagliolo
cuenta cómo el intento de dar sentido al horror le llevó a escribir 'Abril
rojo'
"Toda novela es un intento
de darle sentido al mundo, o a un mundo", afirmó ayer el escritor Santiago
Roncagliolo (Lima, 1975) en la entrevista que mantuvo con los lectores de
ELPAIS.es. El autor peruano, galardonado el pasado mes de febrero con el IX
Premio Alfaguara de novela por su libro Abril rojo, dijo sobre la
obra galardonada: "Quizá con esta
novela trataba de darle sentido precisamente a lo más difícil: al horror, a lo
que queda más allá de lo explicable".
Abril rojo retrata la
violencia que desencadenó en Perú el grupo terrorista Sendero Luminoso, y el
jurado destacó de ella su fuerza dramática y "la originalidad en el
tratamiento de un tema político con las peripecias de una novela negra".
Roncagliolo explicó cuando obtuvo el Alfaguara que la novela surgió de la
pregunta "¿Qué
tiene que ocurrir para que una persona decida matar a alguien?".
Ayer, a las preguntas de los
internautas, el escritor contestó: "Creo que la violencia se debe a la
desigualdad y a que el Estado no llega a todos. La única solución posible es un
contrato social más justo pero democrático"; y dijo
que "no es posible explicar todo lo
que hizo Sendero sin admitir que tuvo apoyo de la población. Cuatro fanáticos
con un revólver no ponen en jaque al Estado durante doce años como ellos
hicieron". "Pero también creo", continuó, "que
perdieron ese apoyo debido a sus excesos, y por eso se les derrotó.
Significativamente, los más importantes en esa derrota no fueron las
autoridades del Estado, sino los campesinos armados en rondas. Ahora bien, el
apoyo que tuvo Sendero venía de gente harta de ver que los políticos cobraban
mucho y hacían poco más que pelearse entre ellos".
El escritor habló largamente de
su país -"creo que la democracia peruana se suicida con regularidad",
afirmó- y concluyó que la garantía de la democracia es acabar con la
desigualdad y la pobreza. "Los problemas sociales me
persiguen", dijo el autor en un momento de la entrevista. "A
muchos escritores no les importan realmente. A mí me importan porque siempre me
han caído encima de un modo personal. Viví el exilio, la guerra contra el
terrorismo, la dictadura y la inmigración".
Influencias
Roncagliolo habló de otros
escritores (Lins, Caparrós, Fresán, Castellanos, Dorfman, Vásquez, Garcés,
Turbau, Neuman, Barba...); por supuesto, de Mario Vargas Llosa: "Es una
presencia tan notable en cualquier escritor peruano que siempre forma parte de
uno, aunque sea para negarlo o para no estar de acuerdo con él", y también
de sus influencias fuera de la escritura en español -"de hecho, los
autores extranjeros son para mí más importantes que los hispanos"-: "Abril
rojotiene influencias de McEwan, Coetzee, Tabucchi, incluso de historietistas
como Alan Moore. Lo curioso es que los latinoamericanos leen en ella a Vargas
Llosa. Es como con mi padre. Toda mi vida tratando de no parecerme a él y luego
viene la gente y me dice: 'Mira, igualito a tu papá".
"Escribo aquellas películas
que me gustaría ver", declaró Santiago Roncagliolo
cuando ganó el Alfaguara de novela, y ayer muchos lectores le preguntaron de
cine. Eligió a "tres directores de
los que recomendaría cualquier película: Ang Lee (especialmente Tormenta
de hielo), Michael Winterbottom (especialmente Código 46) y
Alejandro Amenábar (especialmente Los otros)".
El autor de Abril rojo, y
también de la novela Pudor, de diversos libros de relatos e
infantiles, contó sus proyectos: el mes que viene publicará Matías y los
imposibles, dirigido al público infantil; también un libro periodístico, y
prepara el montaje en Perú de una obra musical escrita por él. "Pero la
próxima novela tardará. El premio impone la responsabilidad de que sea muy
buena, y prefiero escribirla con calma".
Y sobre sus escritos en su blog en
El Boomeran(g) (www.elboomeran.com), se mostró encantado: "Es una manera
de compartir ideas con la gente y escuchar las de los participantes. El diálogo
siempre es enriquecedor. Además, el blog se ha vuelto una adicción.
Ya leo, voy al cine, leo el periódico y viajo pensando todo el tiempo 'esto voy
a contarlo en el blog".