lunes, 23 de octubre de 2017

SICOPATIA O PERVERSIDAD DEL SISTEMA Y EL FÚTBOL

Sicopatía o perversidad del  sistema y el fútbol
                                                                                                     Por Carlos Vill
                                                                                                                                       
                              
¿Qué es la FIFA? Simplemente es la FIJA. Una buena parte de sus directivos está tras las rejas, se los ha tragado el capitalismo futbolero. Aquí ya no diríamos “la plata llega sola”, sino la plata llega jugando. Eso es el fútbol ahora, una gran masa de dinero, 22 jugadores corriendo tras el dinero, acicateados por los monopolios imperiales capitalistas y sus medios de información estupidizando a las grandes masas pobres. El fútbol se ha asociado a la religión como diría Carlos Marx como “opio del pueblo”. Además el fútbol se ha convertido en una gran lavandería. Criollamente diríamos el fútbol es la pichicata del pueblo  ¿Esto se puede llamar perversidad? ¡Claro que sí! La perversidad del fútbol por el sistema. Mira bien, sólo es cuestión de mirar ¿Acaso a cada ricacho que aparece por ahí no tiene su equipo de fútbol? Bonita forma de lavar dinero.

La perversidad no sólo está en que juegan millones de dólares, sino también en los dolores sicobiosociales que causa en la gente estupidizada, por ejemplo, el supuesto acuerdo que tuvieron la selección de Perú y la de Colombia en el último partido de las Eliminatorias a Rusia 2018, resulta que ahora, un fanático viene juntando firmas en redes sociales para que la FIFA expulse del Mundial a ambas selecciones, es decir, descalificar a ambas selecciones de la Copa del Mundo del 2018, a celebrarse en Rusia. Por otro lado, Luis Mariano Rendón, abogado chileno y ex candidato a senador ha denuncia ante la FIFA, acusando a ambos equipos de “colusión”. Luego están los llantos, borracheras, endeudamientos, patrioterismo, trasnochaciones, movilizaciones y heridos y otros excesos.

La prensa mermelera, mercenaria, es una fábrica de ilusiones, fantasías y locuras sicológicas, de tanto machacar sobre lo mismo, por ejemplo, nos hacen amar a los futbolistas cuando ganan y a odiarlos cuando pierden. Perversamente individualizan en la figura de un futbolista el triunfo, porque así es más fácil el manejo capitalista, a un trabajo de 11 jugadores lo convierten en responsabilidad de unos cuantos, tratados individualistamente. Nadie habla del trabajo en equipo, en colectivo, porque el capitalismo tiene un odio mortal al colectivismo.

La prensa mercenaria, -cuyos dueños son los capitalistas-, acaba por crearnos lazos de acercamiento y la ilusión de amistad con los futbolistas, de tal manera que, empezamos a ver los partidos como si estarían jugando amigos nuestros o patriotas que arriesgan su vida por la patria o por nuestros intereses. La cualidad esencial de los medios de comunicación, es la manipulación y la mentira, sin embargo, todo el mundo “engaña”, nos dirán, es cierto, pero, la mayoría lo hace inocentonamente; se convierte en sicopatía cuando se vuelve habitual, una constante, y esto es lo que hacen los medios de comunicación, una manipulación constante. Con belleza, encanto y ternura dirigen nuestras miradas y nuestras mentes ha donde quieren, su impacto en la sociedad es letal, profundamente tóxica. El fútbol en manos de los capitalistas ya es un negociazo, pero, la TV, principalmente se encarga de consolidarlo y expandirlo.

El fútbol es un negociazo que pervierte casi todas las mentes, pero, ¿por qué sólo el fútbol y no otros deportes? Aquí también sólo hay que mirar, es reflejo de todos los males sociales que genera el sistema excluyente, el principal, el machismo, “el fútbol es de machos”, había dicho un comentarista deportivo. En estos momentos se está jugando la clasificación en Vóley para el mundial, sólo están interesados los familiares y amigos de las jugadoras.

El capitalismo es como un virus, necesita del pueblo para nutrir su individualismo, en eso consiste la fuerza de su desarrollo, en el consumo de masas. El consumismo es la fuerza del capitalismo y, el fútbol le permite ello. El capitalismo engulle todo lo que le va a producir ganancias, no le importa cómo se originó. En el caso del fútbol por ejemplo que fue un invento de la clase obrera británica y eso, al capitalista le importa un pepino.
Sicopatía y fútbol

El fútbol ya no es un deporte propiamente dicho, sino un deporte de los negocios, te ofrece dinero, fanatismo, drama, tragedia, conflicto, carnaval y desorden emocional, de ninguna manera es una afición, menos una pasión. El futbol despierta o exacerba tu sicopatía, en una borrachera emocional patética, que se la confunde con alegría desbordante que es totalmente diferente. Por un determinado momento, el fútbol es la válvula de escape de tus frustraciones. Un desborde y respiro enajenante.

Si miras bien los hechos históricos o cómo las clases que controlan la economía y el poder político, se van apropiando de la dirección del fútbol, te van a decir con quien juntarte, la elección de un club deportivo nacional e internacional, cómo vestirte, qué camiseta deportiva comprar y, cuando EEUU se impone finalmente en la “guerra fría”, se desboca el neoliberalismo y marca también el negocio y la explotación del fútbol profesional. Desde entonces, y lo ves claramente, el costo de un futbolista se triplica y los traspasos se quintuplican, alcanzando su récord millonarios, año tras año como deleznables insultos a la pobreza que vive la fanaticada. Los fanáticos que lindan con la sicopatía, se adeudan para estar con el club de sus “amores”, indudablemente que les sale caro su fanatismo. Compran  camisetas, bufandas, gorras, etcétera.

El fútbol se convierte en una señal de identidad enajenante, por ejemplo, en los jugos interlocales, asume la señal de una identidad local, si es mundial, asume la señal de identidad de la nación. Está clarísimo, si bien los futbolistas representan un país, de ninguna manera lo hacen por amor a ese país, ellos reciben miles de dólares por esa representación, y si clasifican reciben millones. Es el dinero y el prestigio personal que está de por medio para seguir cotizándose en el medio internacional. Si no nos dejaríamos llevar por nuestra sicopatía, viéramos con claridad la realidad. Este mundial de Rusia 2018, en el Perú, se está moviendo cualquier cantidad de millones de soles, tanto en pago a jugadores, premios millonarios e intereses televisivos. Juegan muchos intereses económicos: de los propios jugadores, propietarios de clubes, empresas publicitarias, medios de información, empresas deportivas, los de las empresas publicitarias, los de los medios de comunicación e inclusive de los politiqueros que sabemos que apuestan miles de dólares por tal o cual equipo.  Al final, los grandes explotados son los fanáticos.

El futbolista se ha convertido en una mercancía carísima, que se vende al mejor postor, viven como reyes, explotando las carencias, necesidades e ilusiones  de  las grandes masas pobres.

En defensa de la salud mental de sus poblaciones y, especialmente de los fanáticos, los estados y gobiernos democráticos deben dictar normas prohibitivas como por ejemplo: debe democratizarse los medio de comunicación, principalmente la TV., prohibir la publicidad estática en los estadios y la publicidad en las vestimentas deportivas. No es justo que se nos bombardee descaradamente y cada segundo con publicidad. Debe dictaminarse que el precio de las entradas de fútbol debe ser popular y controlado y coordinado por el Estado. Todo no puede ser ganar y ganar. Sólo es un decir algunas cosas, porque al capitalismo le interesa un pepino la salud mental de la gente, por el contrario, nos enferma más y más, para hacernos sus consumidores compulsivos.

¡¡¡¡Todos a Rusia al Mundial de Fútbol 2018!!!!!