domingo, 27 de noviembre de 2011

♠ SOLEDAD, tierna poesía de Daphne Viena Oliveira

Soledad


Dahpne Viena Oliveira. Lic. en Ciencias de la Educación y Humanidades, especialidad de Lengua y Literatura, Magíster en gerencia Educativa estratégica. Actriz, directora de teatro, y cantante. Docente universitaria y jefe del Departamento de la facultad de Educación de la UNSM. Ha publicado en el compilado poético REZISTENCIA, 2009.


Con mucho cariño en homenaje a esta bella huambrilla

SOLEDAD

Tal vez hoy pueda escribir con ayuda de ti
sé que estás ahí,... aquí.
sé que el espejismo de tu deceso aparece
y en el menor tiempo de mi felicidad
nuevamente tu presencia me corteja
¿No te has ido de una vez a ese infinito celeste
a donde mis pies jamás te alcanzarán?

No creas que me cansaré de desear
que te ausentes por siempre,
ahora y por todos los tiempos

no quiero más el hoyo
no quiero más el vacío
vete, vete, aléjate y
procura no cruzarte en mi camino
que estoy intentando
reconstruirme de a poquitos.


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Que pasa hoy,
quiero escribirte y no puedo.
Felicidad, alegría, placeres
que a veces el viento trae
hasta mi ventana
y refresca mi rostro tibio
y cansado por el tiempo.
Quiero escribirte y solo
transmito lo que puedo hoy.
Aquí, esta noche.
Duro, duro es.
Arrancarte un pedacito: Alegría, felicidad.


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Hay como me duele el alma,
como gritar
sin miedo a ser descubierta,
como decir
que el corazón está preso entre tus manos
como hacer que la angustia que
provoca tu frío esta noche
me congela el alma
y me envuelve en una maraña de nubes,
con miedos incontrolados
que destilan de mis poros
como sangre fresca que
emana de una herida
que jamás se cura

lunes, 14 de noviembre de 2011

♠ CONVOCATORIA DE POETAS AL XVI FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE LA HABANA

Está abierta la convocatoria para participar en el XVI Festival Internacional de Poesía de La Habana, que se realizará del 21 al 27 de mayo de 2012, y que está auspiciada por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Ministerio de Cultura, la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Fundación Nicolás Guillén, el Instituto Cubano del Libro, la Fundación Asia-IberoAmérica, el ALBA Cultural y la Red “Nuestra América” de Festivales Internacionales de Poesía.

Una de las actividades a realizarse es “Palabra del mundo”, una lectura simultánea en 500 ciudades del planeta. También habrá un “Laboratorio de Escrituras: Los grandes poetas negros”; un recital poético descentralizado “CubaPoesía Itinerante: Lectura en barrios, colegios y tabaquerías”; así como un homenaje por el Centenario de Virgilio Piñera; y la entrega de los premios “Wolsan-CubaPoesía” y “Rafael Alberti”.

El poeta Hildebrando Pérez Grande forma parte del Comité de Apoyo Internacional.

Pedir informes al correo cubapoesia@cubarte.cult.cu; la fecha tope de inscripción a este festival es el 20 de abril. 

sábado, 12 de noviembre de 2011

♠ PARQUES Y COLUMPIOS PARA ADULTOS

COLUMPIOS PARA ADULTOS




Por: Pilar Alberdi

Me pregunto por qué no hay en los parques a los que habitualmente llevamos a los niños, columpios para adultos. ¿Acaso no les leemos cuentos y jugamos con ellos? ¡Sería tan hermoso poder columpiarse a su lado! Dejar que la brisa nos acune, que el cielo sea muy azul en la mirada, mientras nos distraemos con el murmullo de las hojas de los álamos, seguimos con curiosidad el caminar pausado de las palomas, y nuestras sombras nos siguen, de un lado a otro, debajo de nuestros pies.

lunes, 7 de noviembre de 2011

♠ CÉSAR VALLEJO Y LA MUSA ESQUIVA DE TRILCE

La novia del poeta en Lima, Otilia Villanueva Pajares, ha inquietado a biógrafos y críticos

César Vallejo y la musa esquiva de Trilce

Los amigos. El poeta entre quienes formaron la bohemia de Trujillo.
Los amigos. El poeta entre quienes formaron la bohemia de Trujillo.

Investigadores siguen el rastro de la amada que aparece citada en numerosos poemas del vate santiaguino.
Carlos Fernández y
Valentino Gianuzzi .
Durante años, lectores y críticos no han dejado de preguntarse por la identidad de “la andina y dulce Rita / de junco y capulí”, la inspiradora de “Idilio muerto”, el conocido soneto de Los heraldos negros. Diferente ha sido, sin embargo, la fortuna de la que César Vallejo inmortalizara como “mi aquella / lavandera del alma”, en el menos difundido, si bien no menos intenso, “Trilce VI”. Muy poco es lo que se ha escrito de Otilia Villanueva Pajares, la novia de Vallejo en Lima, retratada en ese poema y en, al menos, una veintena más de composiciones de la que para muchos es una de las obras mayores de la lírica del siglo XX. Su nombre no se encuentra en el prólogo a Trilce de Antenor Orrego, ni en el valioso trabajo biográfico con el que André Coyné sentó las bases del estudio académico de la etapa peruana del poeta a fines de los años cuarenta.
La “lavandera del alma”, la que podía “azular y planchar todos los caos”, careció de nombre propio hasta el año 1965. Debemos su recuperación, la de todas las informaciones conocidas sobre su noviazgo con Vallejo hasta hoy y un puñado de primeras versiones de Trilce –que revolucionaron la manera de entender la génesis y el significado de la obra– a Juan Espejo Asturrizaga, quien rescató estos datos del olvido en su biografía César Vallejo: itinerario del hombre (1892-1923). No obstante, lo delicado del desenlace de la relación entre César y Otilia, que parece haberse visto obligada a abortar tras la ruptura y ante la negativa de Vallejo al matrimonio, llevó a Espejo a referirse a ella a lo largo de su obra por una de sus iniciales (O.). El nombre íntegro de la musa de Trilce, sin embargo, podía encontrarlo el lector atento en dos poemas de Vallejo publicados como apéndice de la biografía de Espejo: la primera versión de “Trilce XV” y la de “Trilce XLVI”. Por lo que respecta a sus apellidos, el paterno apareció por primera vez mencionado, hasta donde alcanzamos a ver, en un ensayo de Juan Larrea publicado en el tercer volumen de la revista Aula Vallejo (1971). El apellido materno se da a conocer aquí con la esperanza de que sirva para rescatar nuevas informaciones y documentos sobre la musa secreta de Trilce.
Otilia Villanueva Pajares y César Vallejo Mendoza se conocieron en Lima en algún momento todavía no determinado del año 1918, muy probablemente a través de Manuel Rabanal Cortegana, colega de Vallejo en el Colegio Barrós. En septiembre de ese año, tras la muerte del propietario del Barrós, Vallejo y Rabanal toman la administración del colegio, rebautizándolo como Instituto Nacional. Semanas más tarde, el 25 de octubre, Rabanal contrae matrimonio con Rosa Villanueva Pajares, hermana de Otilia. El nombre completo de Rabanal y la fecha de su boda, en la que Vallejo ofició de padrino, son informaciones desconocidas por la crítica, que hasta hoy solo tenía constancia del matrimonio de Rosa, la hermana de Otilia, con M.R. o R., modo en el que se alude a él en César Vallejo: itinerario del hombre. El pliego matrimonial confirma también dos datos que proporcionaba Espejo Asturrizaga: que las hermanas vivían con su madre (Zoila Pajares, viuda de Villanueva) y que la familia era oriunda del norte, de Cajamarca.
Según Espejo, además de Rabanal, medió para que César y Otilia se conociesen otro colega del Barrós, F. B. Tras estas iniciales se halla Flavio A. Becerra Suárez, como lo prueban el pliego matrimonial, donde Becerra figura como testigo, y un artículo de Jesús Angulo Caricchio (“Vallejo…, siempre Vallejo”), en el que se afirma que éste perteneció al plantel del colegio. En ese artículo se reproduce una carta del 3 de octubre de 1918,  aparentemente conservada por Becerra, en la que Vallejo solicitaba una acreditación de salud y buena conducta al Subprefecto e Intendente de la Policía de Lima, requisito necesario para que la Dirección General de Instrucción permitiese al poeta convertirse en director del Instituto.
Si las informaciones de las que disponemos sobre el inicio de la relación entre César y Otilia son escasas e imprecisas, todavía lo son más las relativas a su noviazgo, que Espejo describe como “apasionado, vehemente, incontrolable”. No se conoce ninguna carta de Vallejo a Otilia, ninguna fotografía de ambos –ni tan siquiera de ella–, ni ningún otro documento, al margen de los poemas de Vallejo, que nos permita reconstruir su relación. A estos obstáculos hay que añadir la dificultad de desentrañar los elementos biográficos en los poemas de Trilce, circunstancia que se pone de manifiesto en el hecho de que, hasta que Espejo habló de la relación con Otilia, ningún crítico fue capaz de inferirla de los propios textos. Los datos que puso en circulación Espejo y su lectura referencial de los poemas amorosos de Trilce permitieron ver, en buena parte de él, una suerte de cancionero moderno. No obstante, el impacto de la vanguardia sobre la obra dificulta considerablemente la lectura en clave biográfica del ciclo de poemas dedicados a Otilia; más fácil es leer referencias en aquellos poemas de los que se conoce una primera versión, prevanguardista. Lamentablemente no sabemos dónde obtuvo Espejo estas primeras versiones, que, en lo que respecta a las relaciones de Vallejo con Otilia, podrían calificarse como la piedra Rosetta de Trilce. De entre las tres conocidas cabe destacar este soneto en versos alejandrinos, en el que Vallejo parece hacer un balance de su relación con Otilia: “En el rincón aquél donde dormimos juntos / tantas noches, Otilia, ahora me he sentado / a caminar. La cuja de los novios difuntos / fue sacada. Y me digo tal vez qué habrá pasado”.
Espejo Asturrizaga fecha la ruptura con Otilia hacia mayo de 1919. Luego de esta, Vallejo fue despojado de la dirección del colegio por sus colegas Rabanal y Becerra. Pero lo cierto es que su vínculo legal con el colegio parece extenderse hasta abril de 1920, en vísperas de su viaje a Trujillo. Ese mes se publica en la prensa una nota firmada por el poeta que dice lo siguiente: “Pongo en conocimiento del público que, teniendo que ausentarme de esta capital, he traspasado el plantel de enseñanza que con el nombre de Instituto Nacional he dirijido, al señor Manuel Rabanal, quien ha asumido el activo y pasivo de dicho colegio, según contrato especial que hemos firmado en la fecha”.
Las pistas de Otilia se pierden aquí y se ignora si Vallejo volvió a tener algún tipo de contacto con ella. Sin embargo, el recuerdo de esa relación quedó marcado en Trilce y se ha convertido ahora en parte de nuestra literatura.

El dato
vallejianos. Carlos Fernández  y Valentino Gianuzzi son dos jóvenes investigadores vallejianos que no cesan en hurgar los poemas del vate. Anteriormente han publicado el libro César Vallejo: textos rescatados.

 Trilce VI
El traje que vestí mañana
no lo ha lavado mi lavandera:
lo lavaba en sus venas otilinas,
en el chorro de su corazón, y hoy no he
de preguntarme si yo dejaba
el traje turbio de injusticia.
Ahora que no haya quien vaya a las aguas,
en mis falsillas encañona
el lienzo para emplumar, y todas las cosas
del velador de tanto qué será de mí,
todas no están mías
a mi lado.
Quedaron de su propiedad,
fratesadas, selladas con su trigueña bondad.
Y si supiera si ha de volver;
y si supiera qué mañana entrará
a entregarme las ropas lavadas, mi aquella
lavandera del alma. Qué mañana entrará
satisfecha, capulí de obrería, dichosa
de probar que sí sabe, que sí puede
¡CÓMO NO VA A PODER!
azular y planchar todos los caos.