viernes, 22 de agosto de 2025

EDUCACIÓN ACTUAL: PROMESAS Y CONTRADICCIONES

 

EDUCACIÓN ACTUAL: PROMESAS Y CONTRADICCIONES

Por Carlos Villacorta Valles


carlosvillacortavalles@gmail.com

Jueves 21 de agosto 2025

Diario Regional AMANECER. Moyobamba-Región San Martín.

Volveré con este tema cuantas veces sea necesario, porque la falta de una buena educación, nos vuelve seres sumisos, fáciles de manipular por el poder político y mediático. Ejemplo: el pueblo vota, pero no gobierna; vivimos bajo un régimen delincuencial y muchos gritamos en silencio. Nos falta PLENITUD EDUCATIVA. El sistema nunca te lo dará, TÚ tienes que forjarlo, con perseverante y profunda AUTOEDUCACIÓN.

Señala magistralmente, Mariátegui (año vigente). Temas de Educación: “El Estado, cualquier que él sea, no puede renunciar a la dirección y al control de la educación pública. ¿Por qué? Por la razón notoria de que el Estado es el órgano de la clase dominante. Tiene, por ende, la función de conformar la enseñanza con las necesidades de esta clase social” (p. 37).

Reitero: TÚ tienes que forjarlo, con perseverante y profunda AUTOEDUCACIÓN.

EDUCACIÓN ACTUAL: PROMESAS Y CONTRADICCIONES

Pese a los avances tecnológicos y científicos del siglo XXI, enfrenta una paradoja: mientras se abren las puertas a la inteligencia artificial y la biotecnología, los sistemas educativos siguen atados a esquemas del siglo XIX.

La educación sigue como una herramienta de control ideológico y laboral, se mercantiliza y forma mano de obra adaptada al mercado, pero no ciudadanos críticos. 

Henry Giroux (2005) advierte: la “pedagogía dominante” neoliberal, convierte a la escuela en una “máquina de adiestramiento para la competitividad” (p. 47).

EN EL PERÚ

La escuela sigue siendo memorista, libresca y desconectada de las necesidades sociales y productivas de los pueblos.

En un contexto de hegemonía neoliberal, el currículo oficial prioriza competencias técnicas al servicio del mercado, en detrimento de la conciencia crítica; subordinado a los intereses de quienes controlan el poder económico: se entrena a los estudiantes para la obediencia y la sumisión.

El rol del docente ha sido vaciado de sentido crítico. Son reducidos a gestores de papelería y ejecutores de políticas verticales. Se les atosiga con burocracia, evaluaciones estandarizadas y exigencias administrativas, pero se les niega una formación continua y científica.

SE PRETENDE RESOLVER LA CRISIS CON “CALIDAD EDUCATIVA” Y “EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS”

Las peores recetas para nuestro pueblo y nuestros niños, pero muy buenas para los que controlan el poder económico.

“CALIDAD EDUCATIVA”

La categoría “calidad” en educación viene de la lógica industrial-capitalista: medir insumos, procesos y productos con estándares fijos, como si fueran tornillos o latas de conserva. Esa noción convierte al estudiante en “producto final” y a la escuela en “fábrica de competencias”, algo que deshumaniza el sentido educativo.

Lo más correcto es PLENITUD EDUCATIVA.

La Plenitud Educativa es el proceso integral, continuo y transformador mediante el cual cada persona y comunidad desarrolla sus capacidades, saberes y valores en diálogo con su entorno, con el fin de alcanzar la dignidad, la libertad y el bienestar colectivo. La plenitud no tiene fin.

En lugar de “calidad educativa”, debe hablarse de Plenitud Educativa, lo que implica:

  • Evaluar no solo aprendizajes cognitivos, sino también desarrollo humano, autonomía, creatividad, participación ciudadana y bienestar colectivo.
  • Diseñar currículos que integren saberes científicos, tecnológicos y ancestrales en equilibrio.
  • Medir la educación por su capacidad de fortalecer vínculos comunitarios, justicia social y conciencia crítica, no por pruebas estandarizadas.
  • Promover un proceso de aprendizaje inclusivo y diverso, donde cada estudiante encuentre sentido y proyección de vida.

 “EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS”

El concepto de “competencia” tampoco nació en el campo pedagógico, sino en el terreno de la producción industrial y empresarial. En las fábricas del siglo XIX y XX, la “competencia” se entendía como la capacidad del obrero para cumplir una tarea específica de manera eficiente, medible y rentable dentro de la lógica de la producción en serie y la división del trabajo. Trasladar esta noción al ámbito educativo implica, por tanto, una reducción del ser humano a su dimensión productiva y utilitaria, subordinando su formación a criterios de mercado y de empleabilidad.

Así, los sistemas educativos debían alinearse con las demandas del mercado laboral globalizado, priorizando la competitividad por encima del desarrollo pleno de los estudiantes. De allí surgen los modelos de currículo por competencias que han inundado los ministerios de educación, particularmente en países sujetos a EEUU.

En lugar de “competencias” medibles y estandarizadas, debemos hablar de capacidades humanas plenas y de un proceso educativo que prepare a los estudiantes para ser no solo trabajadores, sino principalmente ciudadanos libres, sujetos pensantes y transformadores. Con libertad, dignidad y plenitud humana.

POR OTRO LADO, APARECEN NUEVOS TRATOS AL NIÑO Y ADOLESCENTE, PERO SOBRE EL VACÍO FORMATIVO DE DOCENTES Y LA FAMILIA

En efecto, la escuela y la sociedad han dado un giro hacia la defensa de los derechos del niño y del adolescente, reconociéndolos como sujetos de derecho y no como objetos de castigo o disciplina. Esto ha traído avances positivos: fin del maltrato físico y respeto a su voz, pero también ha generado un vacío formativo en docentes y familias. Convirtiendo las escuelas en centros de indisciplina y faltamiento del respeto.

EL PROBLEMA ES DOBLE:

1.    CAMBIO NORMATIVO SIN CAMBIO CULTURAL NI PEDAGÓGICO: las leyes y normas prohíben el castigo físico y psicológico, pero no se ha formado a los maestros ni a los padres en estrategias de disciplina positiva, manejo emocional ni acompañamiento psicosocial. Dando como resultado a que los docentes se sienten desarmados ante la indisciplina, y muchos padres terminan siendo permisivos.

2.    NUEVA PSICOLOGÍA, VIEJAS ESTRUCTURAS: se exige una “nueva psicología” para entender al niño y joven como ser crítico, sensible y creativo, pero la escuela sigue funcionando con modelos autoritarios, verticales o memorísticos. El docente no ha sido preparado para trabajar habilidades socioemocionales, resolución pacífica de conflictos, comunicación asertiva, motivación intrínseca y acompañamiento integral. Los padres tampoco han recibido herramientas para ser aliados educativos, y se genera un desfase entre lo que exige la norma y lo que ocurre en casa y la escuela.

¿QUÉ SE NECESITA?

·         Formación docente en inteligencia emocional, neurociencia del aprendizaje, psicología positiva, enfoques de disciplina sin violencia.

·         Escuela de padres, no como charlas aisladas, sino como programa continuo, con talleres prácticos sobre comunicación con hijos, límites claros con desarrollo autónomo.

·         Política pública integral: escuelas y familias con psicólogos, tutores, mediadores y programas comunitarios.

Ello implica repensar el currículo, devolver la centralidad a la filosofía y la historia. Corresponde a los maestros, como dice Mariátegui, no ser simples transmisores: debe recuperar la filosofía, la historia, el arte y la cultura viva de nuestros pueblos, integrando a la vez las herramientas digitales y el pensamiento científico. Solo así la educación dejará de ser un mecanismo de domesticación para convertirse en proceso de emancipación.

Bibliografía

  • Althusser, L. (2021). Ideología y aparatos ideológicos del Estado. París: Maspero.
  • Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Montevideo: Tierra Nueva.
  • Giroux, H. (2005). Estudios culturales, pedagogía crítica y política de la educación superior.
  • Mariátegui, J. C. (1928). Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima: Amauta.
  • UNESCO (2021). Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación. París: UNESCO.
  • Giroux, H. (1983). Teoría y resistencia en educación. Bergin y Garvey.
  • OCDE (1997). Definición y selección de competencias (DeSeCo). Publicaciones de la OCDE.

 

lunes, 18 de agosto de 2025

OTRAS ELECCIONES MÁS: ENTRE LA OBSESIÓN ELECTORAL DE LA DERECHA Y LA ENCRUCIJADA DE LA IZQUIERDA: REFORMA O REVOLUCIÓN

 

OTRAS ELECCIONES MÁS:

ENTRE LA OBSESIÓN ELECTORAL DE LA DERECHA Y LA ENCRUCIJADA DE LA IZQUIERDA: REFORMA O REVOLUCIÓN

Por Carlos Villacorta Valles


carlosvillacortavalles@gmail.com

Jueves 14 de agosto 2025

Hora de retomar esta polémica, puesto que hay una izquierda en el Perú que dice hará la revolución desde el parlamento. Considerando que, las izquierdas en los gobiernos del mundo están administrando el capitalismo con mayor o menor justicia social, pero no están haciendo una revolución en sentido histórico-socialista. La revolución, en su sentido profundo, implicaría ruptura con las estructuras de poder económico global, transformación radical de la propiedad y del Estado, y un proyecto internacionalista que hasta ahora no se está viendo. Los casos más radicales: Venezuela (Maduro), Nicaragua (Ortega) o Cuba, mantienen proyectos que se presentan como socialistas, pero no lo son, porque priorizan el asistencialismo. Etc.

CONTEXTO

El sistema capitalista imperialista atraviesa, al 2025, una de sus crisis más profundas. No solo es económica y financiera, sino también política, ecológica, tecnológica y civilizatoria. Su causa estructural radica en el agotamiento del ciclo de acumulación capitalista-financiarizado.

El sistema ya no logra absorber sus propias contradicciones: crece la deuda global, se estancan las economías centrales, y se deslegitima el modelo neoliberal encabezado por EEUU. A ello se suma la resistencia de potencias emergentes como China, Rusia, India, Irán y bloques como los BRICS+, que desafían el hegemonismo estadounidense.

El Perú, sujeto al dominio estadounidense -para no romper la tradición- atraviesa la más profunda crisis institucional y política, cuidadosamente administrada por sus “gobernantes” derechistas, fieles guardianes del vetusto modelo extractivista, quienes con admirable constancia, aseguran que el país mantenga su papel de proveedor, porque así sacan, también, su tajada bajo la mesa.

Mientras las izquierdas fragmentadas, tan enemigas de la derecha en el circo politiquero, terminan, pese a sus supuestos intereses irreconciliables, alimentando con esmero el mismo estado de cosas que dicen combatir.

IZQUIERDA Y DERECHA, UNA ACLARACIÓN NECESARIA

Por su origen, son categorías políticas europeas o eurocentristas, que nacen en un contexto muy concreto: la Asamblea Nacional francesa de 1789, cuando los partidarios del cambio radical estructural,  asociada a igualdad y justicia social, (abolición de privilegios feudales) se sentaban a la izquierda del presidente; y, los partidarios del rey defensores del orden establecido (monarquía, aristocracia, iglesia), se sentaban a la derecha. Al terminar la revolución francesa.

OBSESIÓN ELECTORAL DE LA DERECHA

La derecha, desde su aparición, es adicta a las elecciones como el banquero al dinero robado. Actúan como operadores politiqueros de los que controlan el poder económico, en el Perú, de la CONFIEP. Participan por orden del amo capitalista, no porque crean en la democracia. Nos dice Lenin que la  democracia burguesa no es más que el envoltorio político del capital (El Estado y la Revolución, p. 36)

 https://fundacionfedericoengels.net/images/PDF/lenin_estado_revolucion_2ed_interior_alta.pdf)

Por eso, para la derecha, las elecciones son un ritual de legitimación del saqueo. Participan para servir a sus amos capitalistas.

Sus medios, encuestadoras y analistas repiten cada cuatro años que “el pueblo ha elegido”, cuando en realidad solo ha elegido entre varios saqueadores del mismo sistema. Además, porque les sirve como medio de despolitizar a nuestro pueblo y la continuidad del desorden capitalista.

Como dice Alain Badiou, en su artículo “La hipótesis comunista” que la democracia electoral es una máquina para despolitizar (p. 3). https://newleftreview.es/issues/49/articles/alain-badiou-la-hipotesis-comunista.pdf

¿Y LA IZQUIERDA POR QUÉ PARTICIPA EN ELECCIONES?

Es un debate clave en la historia del movimiento socialista y comunista. Lo resumo en dos estrategias: la participación electoral como estrategia transitoria y la participación como fin en sí mismo.

1. COMO ESTRATEGIA TRANSITORIA

Participar en elecciones para agitar, denunciar y organizar. No se confía en el parlamento para transformar la sociedad, pero se usa como tribuna y herramienta temporal.

Lenin lo plantea claramente:

“Mientras no tengáis fuerza suficiente para disolver el parlamento burgués y las demás instituciones reaccionarias, debéis trabajar dentro de ellas, precisamente porque allí hay todavía obreros engañados por los curas y por la burguesía. De otro modo, corréis el riesgo de convertiros en charlatanes inútiles.” (La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo, capítulo VII, p. 53). https://espai-marx.net/elsarbres/wp-content/uploads/2020/02/en_el_comunismo.pdf?utm_source=chatgpt.com

Mariátegui, según nuestra realidad, no tocó sobre la participación en elecciones burguesas, pues para él:

“Una igualdad que no existe en el plano de la economía y de la política no puede tampoco existir en el plano de la cultura. Se trata de una nivelación lógica dentro de una demo­cracia pura, pero absurda dentro de una democracia burguesa. Y estamos enterados de que la democracia pura, es, en nuestros tiempos, una abstracción”. (Temas de educación p. 54)

2. COMO FIN EN SÍ MISMO

Aquí, la vía electoral se convierte en el centro de la estrategia y la lucha se reduce a ganar y administrar el gobierno dentro del marco del Estado burgués.
Esto tiende a adaptar el programa socialista a los límites del sistema, traicionando objetivos de transformación estructural.

Lenin criticó duramente esta posición:

“Quien se limite a la lucha por reformas y no comprenda la necesidad de la revolución, no es socialista, sino un reformista burgués.” (El Estado y la revolución, Obras Completas, t.25, p. 420).

Así, la participación electoral, en determinado contexto histórico, puede ser un acto revolucionario si se hace con claridad estratégica: como medio para desenmascarar al sistema, organizar a las masas y preparar escenarios de poder popular alternativo. Lenin, en La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo (1920), escribió:

“Es preciso saber utilizar todas las formas de lucha, legales e ilegales, parlamentarias y extraparlamentarias. Negarse a hacerlo es infantilismo y traición a la revolución” (p. 45).

Lenin y los bolcheviques participaron en la Duma zarista, En 1907, tras el fracaso de la revolución de 1905, para agitar, denunciar, formar cuadros y ganar a las masas.

ESO ESTÁ SUCEDIENDO EN EL PERÚ, NADA QUE VER, HASTA AHORA, LAS IZQUIERDAS HAN PARTICIPADO PARA ACOMODARSE Y SE QUEDAN AHÍ HASTA MORIR, CAMBIANDO DE PERSONAJES. LAS DERECHAS SIGUEN SU TRADICIÓN DE AYAYEROS DEL SISTEMA. LA IZQUIERDA QUEDA EN LA DISYUNTIVA DE REFORMA O REVOLUCIÓN

TAREAS DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

En el momento actual, donde el régimen político peruano, más que nunca, es un cascarón institucional al servicio del capital transnacional y las mafias locales; con una constitución ilegítima de 1993. Queda hacer la revolución.

Como dijo Mariátegui: “La revolución no es una utopía. Es una necesidad histórica” (Siete ensayos, 1928, p. 269).

“No es revolucionario el que se niega a usar un fusil si está sucio. No es marxista el que se niega a intervenir en elecciones burguesas si aún sirven para educar al pueblo.” (Lenin, Los bolcheviques deben participar en la Duma, 1910).

BIBLIOGRAFÍA

  • Badiou, Alain. La hipótesis comunista. Buenos Aires: Nueva Visión, 2009.
  • Dieterich, H. (2005). El socialismo del siglo XXI.
  • Lenin, V. I. (1917). El Estado y la Revolución. Editorial Progreso.
  • Lenin, V. I. (1910). Los bolcheviques deben participar en la Duma.
  • Lenin, V. I. La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo. Moscú: Ed. Progreso, 1970.
  • Mariátegui, J. C. (1928). Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana.
  • Rosa Luxemburgo (1900). Reforma o Revolución.
  • Zavaleta Mercado, R. (1986). Lo nacional-popular en Bolivia.

 

viernes, 8 de agosto de 2025

LA DEMOCRACIA ES UN FRAUDE, NUNCA LO TUVIMOS, NI EN NINGUNA OTRA PARTE. PLUTOCRACIA ES LO QUE TENEMOS.

 

LA DEMOCRACIA ES UN FRAUDE, NUNCA LO TUVIMOS, NI EN NINGUNA OTRA PARTE. PLUTOCRACIA ES LO QUE TENEMOS.  

Carlos Villacorta Valles


carlosvillacortavalles@gmail.com

Diario Regional AMANECER, Moyobamba-Región San Martín.

“La democracia es el poder del pueblo organizado”. “La plutocracia es el poder y gobierno de los ricos”.

En el Perú, el pueblo vota, pero no gobierna. No elige sus políticas. No decide el rumbo del país. Vivimos bajo un régimen de grupos delincuenciales –se hacen llamar partidos políticos- y actúan como operadores políticos de los que controlan el poder económico. El Estado, desde la invasión española, ha sido convertido en botín. La corrupción, el clientelismo, el crimen organizado se han infiltrado en todos los niveles ¿Puede llamarse esto democracia? ¡No! Es plutocracia y cleptocracia, que saquea al país en nombre de una república ficticia.

No podemos seguir llamando democracia a un sistema donde el pueblo solo aparece cada cinco años, para luego ser traicionado por quienes, bajo el manto de la legalidad, -fabricado por ellos mismos-, gobiernan en su contra.

Desde el siglo V a.C., la democracia ha sido una máscara de la dominación y explotación. En Grecia, los esclavos y las mujeres eran excluidos. Solo participaban los privilegiados.

ORÍGENES DE LA DEMOCRACIA

La palabra democracia proviene del griego antiguo: demos (pueblo) y kratos (poder). Fue en Atenas, en el siglo V a.C., donde se implementó una de las primeras formas de gobierno consideradas democráticas. Sin embargo, esta democracia no incluía a la mayoría de la población: mujeres, esclavos, metecos (extranjeros residentes) estaban excluidos de todo. Solo unos 3,000 ciudadanos varones libres podían participar, frente a una población total que superaba los 250,000 habitantes (Hansen, 1999).

Para Moses Finley (1983), esta democracia fue una "democracia de propietarios", sustentada en el trabajo de los esclavos, y por tanto, solo fue democracia para una clase dominante. En palabras de Cornelius Castoriadis (1997), aunque fue un avance revolucionario para su tiempo, contenía en su seno la contradicción de erigirse como democracia sobre la base de la exclusión estructural.

DEMOCRACIA ACTUAL: ¿RITUAL ELECTORAL SIN PODER POPULAR?

En la actualidad, muchos regímenes políticos se autodenominan democráticos por el solo hecho de organizar elecciones periódicas. No obstante, el sociólogo Giovanni Sartori (1997) distingue entre democracia electoral y democracia sustantiva. La primera se reduce al acto de votar, mientras que la segunda requiere la participación efectiva, continua y consciente de la ciudadanía en los asuntos públicos.

Noam Chomsky (2000) y David Held (2006) sostienen que las democracias liberales actuales funcionan bajo una lógica representativa que, en lugar de empoderar al pueblo, lo desactiva políticamente. Se vota cada cinco años, pero luego el sistema político responde principalmente a intereses corporativos, bancarios o transnacionales. En el Perú, a la CONFIEP. Esto refleja una crisis de legitimidad: se participa en elecciones a nombre del pueblo, pero se gobierna contra sus intereses materiales.

En América Latina, Boaventura de Sousa Santos (2010) señala que las democracias han sido “bajas en intensidad”, es decir, desiguales, excluyentes y secuestradas por élites. La ciudadanía popular participa solo como electorado, no como sujeto activo de poder ni de decisión cotidiana.

¿DEMOCRACIA O PLUTOCRACIA?

Carlos Marx (1871) ya sostenía que las democracias burguesas son "formas políticas en las que la clase dominante ejerce su dominio de manera consensuada". El poder económico controla los medios de comunicación, las campañas políticas y el sistema judicial. Por tanto, muchas democracias actuales operan en realidad como plutocracias: gobiernos de los ricos, no del pueblo.

En este contexto, Ernesto Laclau y Chantal Mouffe (1985) proponen una “democracia radical y plural” que recupere la participación directa y colectiva del poder desde abajo.

QUÉ HACER

Una auténtica democracia, necesita no solo votar, sino también participar, deliberar, decidir y construir colectivamente el poder. Sin justicia social, sin igualdad real y sin participación permanente, la democracia no pasa de ser una ilusión formal.

Para que la democracia sea real y verdadera, se necesitan transformaciones profundas en diversos niveles. Aquí algunos pilares fundamentales:

1. DEMOCRATIZAR LA ECONOMÍA

  • Redistribución de la riqueza: la concentración de riqueza impide la igualdad y niega derechos.
  • Control social de los recursos estratégicos: servicios básicos como salud, educación, agua, energía y medios de comunicación deben estar al servicio del pueblo, no del lucro privado.
  • Presupuestos participativos y economía popular solidaria: permitir que la ciudadanía decida directamente sobre el destino de los recursos públicos.

2. DEMOCRATIZAR EL PODER POLÍTICO

  • Reformas constitucionales desde el pueblo: la constitución debe nacer del poder constituyente popular,
  • Revocatoria real y consulta popular vinculante: mecanismos directos para controlar a los representantes elegidos.
  • Descentralización con poder real: gobiernos locales y regionales con competencias y recursos suficientes.

3. DEMOCRATIZAR EL SABER Y LA EDUCACIÓN

  • Educación crítica y liberadora: como propone Paulo Freire, que forme ciudadanos conscientes, no repetidores de dogmas.
  • Acceso libre al conocimiento y a las tecnologías: romper con el monopolio informativo y digital.
  • Medios de comunicación públicos y comunitarios: para que el debate y la información no estén controlados por grandes intereses.

4. DEMOCRATIZAR LA JUSTICIA

  • Independencia real del Poder Judicial: que no esté al servicio del poder económico o político.
  • Justicia intercultural y comunitaria: reconocer y fortalecer las formas de justicia de los pueblos originarios.
  • Lucha frontal contra la impunidad y el lawfare: que no se criminalice a líderes sociales ni se proteja a corruptos.

5. FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN POPULAR PERMANENTE

  • Organización de base: sindicatos, colectivos, comités vecinales, asambleas populares que controlen a los poderes del Estado.
  • Democracia deliberativa y directa: más allá del voto cada cuatro años, debe haber mecanismos de decisión cotidiana desde abajo.
  • Juventud, mujeres y pueblos originarios como protagonistas: no como cuotas decorativas, sino con poder efectivo.

BIBLIOGRAFÍA

  • Castoriadis, C. (1997). La democracia como procedimiento y como régimen. Paidós.
  • Chomsky, N. (2000). El lucro o la vida. Crítica.
  • Finley, M. (1983). Democracy Ancient and Modern. (Democracia antigua y moderna). Rutgers University Press.
  • Hansen, M. H. (1999). The Athenian Democracy in the Age of Demosthenes. (La democracia ateniense en la época de Demóstenes). University of Oklahoma Press.
  • Held, D. (2006). Models of Democracy. (Modelos de democracia) Polity Press.
  • Laclau, E., & Mouffe, C. (1985). Hegemony and Socialist Strategy. (Hegemonía y estrategia socialista). Verso.
  • Marx, K. (1871). La guerra civil en Francia.
  • Santos, B. de S. (2010). Refundación del Estado en América Latina. Siglo XXI.
  • Sartori, G. (1997). Teoría de la democracia. Alianza Editorial.
  • Hildebrandt, C. (2022). La república impune. Lima: HJ Editores.
  • Mariátegui, J. C. (1928). 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.