miércoles, 26 de septiembre de 2018

PEDAGOGÍA PARA LA TRANSFORMACIÓN Parte XXII


PEDAGOGÍA PARA LA TRANSFORMACIÓN Parte XXII
-Crisis de la educación: causas y soluciones-
                                                                       Por Carlos Villacorta Valles
                                                                                odesi12@yahoo.es


3.24. TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN “TRADICIONAL VIGENTE” EN UNA EDUCACIÓN NUEVA Y TRANSFORMADORA.




O la educación sigue defendiendo,  manteniendo y justificando el sistema, o la crítica, desmonta y contribuye en su transformación.

Ello depende de ti maestro. El Perú tiene un sistema económico-social injusto y excluyente, y por tanto su educación también será injusta y excluyente. Sólo una muestra: es unidireccional, no existe interacción entre profesor y alumno, no desarrolla capacidad de crítica y análisis; promueve el individualismo y la irracional competencia entre los estudiantes, anulando la solidaridad; etc., etc., y etc., como tal, debe ser el blanco de nuestra crítica, el desmontamiento y la transformación en un sistema educativo liberador para que contribuya al cambio de ese sistema económico-social injusto en uno justo y mejor.

      En ese sentido, se seguirá diciendo y haciendo lo mismo hasta que las cosas cambien. No caer en el aburrimiento, la justificación, menos en la indiferencia. La mayor de las traiciones es la indiferencia.

Es más fácil justificarnos que explicar razones; más cómodo ser indiferente y ver nuestro propio ego. Precisamente este sistema injusto nos vuelve egomaniáticos. Hay que superar. No seguir creyendo que, conmigo no es la cosa,  o yo ya cumplí. Son muletillas que no nos ayudan a superar nuestra egomanía, muy propia del capitalismo. Por el contrario nos vuelve inactivos e indiferentes, prácticamente tradicionales.

      Resumo algunas prácticas muy conocidas que nos caracterizan como “tradicionales” o más propiamente defensores del sistema. Seguramente con toda la ingenuidad e inocencia al que nos tienen acostumbrados:

 A NIVEL INDIVIDUAL-PROFESIONAL.

1.- Aceptar pasivamente y sin chistar lo que las “autoridades educativas” nos imponen o implementan, aunque vaya en nuestra contra, con la muletilla infantil “A mí no me gusta meterme en problemas”. O “Ya lo dijo la autoridad”. Anulando nuestra capacidad crítica y participativa y, como consecuencia creativa.

      2.- Alejarme de los maestros críticos, para no ganarme la mala voluntad de las autoridades. Me encierro en mi jaula y punto. Disculpe, quise decir aula. Así desarrollo mi individualismo principio básico del capitalismo, enemigo del bien común.

3.- Seguir pensando que, lo ideológico y político no forman parte de la educación y nuestras actividades pedagógicas. Dando lugar para que sólo prime lo del sistema o de la clase que ostenta el poder económico.

      4.- Dejarlo todo a la “voluntad del destino”, la “bondad” de las autoridades y la “decisión” final de dios. Sin tomar  en cuenta que, todo depende de cada uno de nosotros, de nuestra firme voluntad y valiente decisión. Olvidamos con frecuencia que nada es casual ni espontáneo.

5.- Dedicarme sólo al trabajo individual y no buscar la articulación de lo individual y colectivo; hermosa herencia cultural incaica, el Ayni. Pues tenemos responsabilidades individuales y colectivas y, ambas interactúan.

      6.- Seguir pensando que, cuantas más horas trabaje y cuadernos llene, voy a ser el mejor o en todo caso el trabajo va a ser mejor. Sin actuar cualitativamente y ver los cambios en mis alumnos.

7.- Creer que no puedo cambiar. “Ya tengo mi forma de ser”. Falso de toda falsedad. Todo está en la voluntad. El cambio es hasta la muerte. Y, aun de muertos cambiamos, porque nos vamos desintegrando poco a poco hasta convertirnos en otra materia.

      8.- Seguir copiando los programas curriculares tal y como me los dan, sin darme el trabajo de organizarme con los demás y agregar competencias y capacidades que nos lleven a analizar la realidad para contribuir en su transformación.

9.- Seguir sin comprender cómo puedo aprender de mis alumnos o cómo el maestro es también un alumno de sus alumnos.

      A NIVEL GENERAL-PEDAGÓGICO.

1.- Seguir implementando el divorcio entre el libro y la vida práctica.
2.- Seguir formando servidores útiles al sistema injusto que nos excluye.
3.- Seguir con mi evaluación exclusiva memorista, de control de conocimientos.
4.- Seguir siendo autoritario e impositivo. Limitando la voluntad del alumno.
5.- Seguir dividiendo a los alumnos en “buenos” y “malos” sin ver causas.
6.- Seguir oponiéndome a una educación transformadora.

      ¡Tú! Mi estimado maestro sabes que es así, lo sientes y lo observas. Entonces hagamos lo contrario de todo lo que estamos haciendo hasta estos momentos. Guíese por el resumen que le acabo de presentar y reiterar. Ponga lo suyo y enriquezca la propuesta. Empecemos a descubrir juntos una nueva y auténtica educación transformadora, profundamente liberadora.

      Para que la educación sea nueva y transformadora y, lo aprendido se convierta en hecho cualitativo, debo llevar al niño y al joven a la interpretación y transformación de su realidad y él mismo debe ser un sujeto cambiado.


3.25. TRANSFORMAR EL APRENDIZAJE Y LA ENSEÑANZA ENUMERATIVA Y DESCRIPTIVA DE LA HISTORIA EN INTERPRETACIÓN CIENTÍFICA Y GUIA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL.


La interpretación científica de la historia, debe ser el método para enseñar y aprender nuestra historia, porque se basa en el análisis y la síntesis de las causas y efectos, los conflictos de clases y no simplemente en la enumeración de datos y hechos sin contenido, como es la enseñanza y aprendizaje de la historia o Ciencias Sociales actual.

      El materialismo histórico nos enseña a enseñar y aprender la historia sobre la base de tres constataciones históricas fundamentales, sobre las cuales la sociedad se desarrolla desde la aparición de la propiedad privada:

      1.- La lucha para producir y crear.
      2.- La experimentación científica.
      3.- Los conflictos sociales o lucha de clases.

      Los neutros y defensores del sistema, nos achacan y atacan diciendo que el Materialismo Histórico ya caducó.  Tenemos que decirles a estos “modernos” y amantes de  “la moda”  que nosotros no actuamos con tal o cual método por  que esté de moda, sino por su modo de entender el mundo, la naturaleza y la sociedad, por su capacidad filosófica interpretativa certera y, el Materialismo Histórico ha demostrado ser en teórica y práctica en ese sentido, uno de los mejores métodos para enseñar y aprender la historia y todo quehacer cotidiano.

      La enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales seguirá siendo incompleta si no se basa en el Materialismo Histórico. Jamás podrá desfanatizarse de sus héroes, sus datos y sus fechas si no se alumbra por la filosofía materialista. Seguirá viviendo en el pasado.

      Basta leer cualquier libro sobre nuestra historia por ejemplo para imbuirnos de gloria y grandeza del pasado, en el caso peruano, de la gloria tawantinsuyana y, quedar sólo en eso, pasado, arcaico; pero se escribe nostalgia y deseo por la colonia virreinal y sobre la República; se escribe pureza, libertad, el mejor de los mundos, primeros en todo. Resignándose al presente sin futuro grandioso para todos.

     Por ello, escribir de nuevo la historia es una necesidad dialéctica.

La enseñanza y aprendizaje actual de la historia sólo sirve para exacerbar el individualismo a través de los héroes, justificar el poder y dominio de las castas enquistadas en el control del Estado y limpiar de toda corrupción y actitud depredadora de la caja fiscal de todos sus gobiernos de turno sin excepción.

Según nuestros “historiadores”, cómo cuentan y describen nuestra historia, todos los gobiernos y dictadores han sido limpios y puros y se han sacrificado por el pueblo; nos hacen creer que el capitalismo nos ha traído “progreso” con la República; que las grandes empresas y comerciantes invierten para el progreso del pueblo. Así escriben sus libros. Cuando todos sabemos que un capitalista invierte un hilo de oro para sacar una gigantesca barra de oro. Se esconde sus entrañas de rapiña.

      Si UD. querido maestro se da cuenta, sólo nos cuentan una historia política amañada y, si hacemos uso del análisis y la síntesis a través de la dialéctica, vamos a comprobar que, la historia necesariamente está determinada por las relaciones económicas, es decir de las relaciones de producción y de ella depende la lucha ideológica y política. No olvidar que antes de la lucha política está la necesidad de comer. Por ello la interpretación científica de la historia, la misma dialéctica, no son bien vistas, porque nos dan un concepto racional y objetivo, no sólo de la vida social sino del mundo que vivimos.

      Todo lo que los grupos de poder nos prohíben, es porque es bueno para nuestro pueblo.

Todo historiador que cuenta los hechos enumerativamente, datos y héroes, es un historiador mediocre.

 Esto quiere decir que, tenemos que hacer una nueva valoración de nuestros héroes, datos y fechas; ubicarlos y explicarlos de acuerdo al medio económico, político y social donde se han dado y, lo que es más importante, el rol que han jugado las masas populares en los acontecimientos, que son las que realmente determinan y hacen la historia de los pueblos.

      Reitero, la historia de las sociedades humanas están determinadas por tres fundamentales hechos: Primero, la lucha por la producción; segundo, la investigación y experimentación científica y tercero, los conflictos sociales o  lucha de clases. Quien niega está verdad no es un historiador auténtico. Analizarlos, sintetizarlos y enseñar de esta manera las Ciencias Sociales o la historia, es guía de transformación.




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